La cortesía no sale gratis. Según Sam Altman, CEO de OpenAI, los modales al escribirle a ChatGPT —como usar “por favor” y “gracias”— están generando un impacto millonario en los costos de la empresa debido al mayor consumo de energía y procesamiento que implica cada palabra adicional.
LA EDUCACIÓN TIENE UN ALTO COSTO EN EL MUNDO DE LA IA
De acuerdo con Altman, cada vez que un usuario añade saludos o agradecimientos a sus consultas, el sistema debe procesar más información, lo que incrementa el uso de GPU, servidores y electricidad. Este fenómeno se debe a la forma en que ChatGPT maneja la información que recibe, ya que la transforma en tokens, pequeñas unidades de texto que se suman a cada solicitud. Aunque escribir con buenos modales es visto como una muestra de respeto hacia la IA, en términos técnicos implica mayor esfuerzo computacional y, por ende, mayores gastos.
Una encuesta realizada en Estados Unidos y Reino Unido reveló que el 70% de los usuarios de IA usa expresiones de cortesía por costumbre o incluso por temor a un futuro de máquinas conscientes. Aunque un "por favor" pueda parecer insignificante, multiplicado por los 365 mil millones de consultas anuales que recibe ChatGPT, su impacto energético es considerable. Según informes de BestBrokers y Epoch AI, el consumo total de energía de ChatGPT podría superar los 1.000 gigavatios-hora al año, similar al consumo eléctrico de algunos países pequeños.
ADVERTENCIA SOBRE EL FUTURO ENERGÉTICO DE LA IA
El crecimiento explosivo de la IA plantea serios retos energéticos. La Agencia Internacional de la Energía advierte que, de no tomar medidas, la demanda impulsada por tecnologías como ChatGPT podría duplicar las emisiones del sector en la próxima década. Por ahora, aunque las máquinas no sienten, cada palabra extra escrita con amabilidad sigue sumándose a una factura energética y económica que OpenAI debe afrontar.
