En muchos hogares, desconectar los electrodomésticos cuando no están en uso es una práctica común para evitar el consumo de energía.
Esto no solo tiene un impacto negativo en la factura de energía, sino que también contribuye al aumento de la huella de carbono.
Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, los electrodomésticos apagados o en modo de espera consumen alrededor de 1,6 kilovatios al día en un hogar promedio. Esto representa entre el 5% y el 10% del total de energía consumida en una vivienda.
¿CUÁLES SON?
- Decodificadores de televisión satelital o por cable: Especialmente aquellos con funciones adicionales como la capacidad de grabar programas, ya que esto aumenta considerablemente su consumo de energía.
- Portátiles: Aunque estén apagados, si se mantienen conectados a un cargador, pueden consumir hasta 8,9 watts por hora. Este consumo puede aumentar a 15,7 watts en modo de hibernación.
- Computadoras de escritorio: Después de un período de inactividad, estas pueden entrar en modo de hibernación y consumir alrededor de 21,1 watts. Incluso si no se utilizan activamente, si la unidad central está encendida y el monitor apagado, el consumo puede llegar a ser de hasta 73,9 watts.
