Jesús de Nazareth es un personaje histórico de incalculable importancia para el mundo occidental, ya que es una figura central de muchas religiones, no sólo en la cristiana, un símbolo de Fe y Esperanza para millones de personas en el mundo.
Desde su partida de este mundo, historiadores, analistas, creyentes y ateos han discutido por muchísimos años cómo se veía Jesús de Nazareth realmente.
Según la tradición de la Iglesia Católica desde épocas que se recuerden, las imágenes del Nazareno creadas por artistas de todos tiempos lo han mostrado como un hombre de cabellos largos, con barba, casi rubio, de ojos muy claros y piel blanca.
Pero según la ciencia basada en investigaciones de muchas décadas, los judíos que habitaron Medio Oriente en el siglo I tenían, en su mayoría, piel oscura, los ojos color castaño y usaban cabello corto debido al intenso calor que soportaban durante meses.
De haber sido Jesús, como el común de los judíos de su época, su imagen sería diferente a lo que creen los más de 2.000 millones de cristianos en todo el planeta.
Entonces no es descabellado pensar que Jesús era muy probablemente moreno, de estatura baja, según el promedio del hombre judío de esa época, y mantenía el cabello recortado, como sus compatriotas de su tiempo.
Por otro lado, los evangelios que narran la vida de Jesús, no hace ninguna descripción de su aspecto físico, no dicen si era alto o bajo, de piel clara u oscura, atractivo o fuerte, el único dato que aportan es sobre su edad aproximada, unos 30 años”.
¿Cuál sería el verdadero rostro de Jesús? IA responde
Tras siglos de debates, una inteligencia artificial (IA) parece que ha resuelto el enigma y reveló la que sería la verdadera cara de El Salvador.
Fue el usuario de Tik Tok, The IA Drawing, quien compartió la fotografía donde se puede ver a Jesús de Nazareth con el cabello largo de color castaño oscuro, de piel morena, ojos marrones, casi color miel y rasgados, con la clásica nariz aguileña muy característica en los judíos de su tiempo.
Cabe señalar que, según el relato en el que funda sus creencias la religión católica, Jesús de Nazareth murió crucificado por orden del entonces prefecto romano en Judea, Poncio Pilato, y su tránsito hasta su es conocida como la Pasión, que es uno de los elementos centrales que se conmemoran en la Semana Santa.
