Zapatos, tazas de café, botas para la lluvia ¿Te imaginas que objetos tan distintos puedan estar hechos de un mismo material? Ahora imagina que ese material es nada menos que goma de mascar ¿Ese chicle que tras ser masticado suele adornar la parte baja de asientos y muebles? Sí, el mismo.
La firma británica Gumdrop es la que ha hecho posible darle un uso mucho mejor a la goma de mascar ya utilizada y la ‘recicla’, creando un material llamado Gum-tec, el cual puede ser usado para fabricar los objetos antes mencionados.
Anna Bullus, fundadora de la empresa, explica que la goma de mascar es en realidad un caucho sintético que puede ser usado “para todo tipo de cosas”. “Una de las cosas para la que lo usamos es la cámara de aire de las ruedas de bicicleta”.
“Es un material increíblemente útil, y es algo que justamente termina en nuestras calles y de hecho podríamos estar haciendo algo mejor con él”, apunta. Para lograr su objetivo, Gumdrop ha dispuesto contenedores en sitios públicos para que las personas depositen el chicle mascado.
La empresa también logra reunir dinero cobrando por este servicio a los municipios. Mientras el chicle lo procesan terceros, Gumdrop fabrica los productos finales. El material procesado, no obstante, también se vende a empresas que hacen sandalias o tazas de café.
Se estima que al año en todo el mundo se gasta 25 millones de dólares en goma de mascar, mientras que solo en Inglaterra se gasta 79 millones de dólares para sacarla de las calles.
