El quechua es tan ancestral y milenario como las principales lenguas del mundo y es patrimonio de la historia del Perú. Sin embargo, el centralismo y la marginación que han sufrido las comunidades andinas ha generado que haya perdido su lugar como idioma originario de nuestro país.
Sin embargo, un ambicioso proyecto llevado a cabo por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) puede ayudar a iniciar el cambio que necesitamos para rescatar y revalorar el quechua. El trabajo ya está en marcha.
‘Implementación del Sistema Computacional de Reconocimiento Automático del Idioma Quechua’ (Quechua ASR) tiene como objeto a largo plazo crear un software que traduzca automáticamente el quechua a los idiomas más hablados del mundo (inglés, castellano, chino, etc).
Gracias a ello, se espera que los quechuahablantes sean capaces, en un futuro no lejano, de comunicarse con este programa y traducir la conversación simultáneamente con su interlocutor de cualquier parte del mundo.
El proyecto se encuentra en su fase inicial, que consiste en conseguir que computadoras y teléfonos inteligentes sean capaces de reconocer la voz del idioma quechua y transcribirla correctamente a texto. Este trabajo se encuentra avanzado ya en un 90%.
Se estima que la versión beta de este producto esté disponible para su descarga gratuita en los siguientes meses. Sin embargo, para ello se necesita el aporte de al menos 50 000 quechuablantes. Por eso es necesario el aporte que solo puede surgir de nuestra mayor riqueza: nuestra gente.
Solo tienes que contribuir con unos 15 a 20 minutos de tu tiempo grabando tu voz en esta plataforma virtual (haz click aquí). Este software es el primero de su tipo en utilizar la inteligencia artificial en América Latina y además en una lengua originaria.
Se espera poder llevar al sistema de portabilidad computacional las 47 lenguas originarias del Perú, de las cuales más del 50% está en peligro de extinción. Solo como un ejemplo, el Taushiro tiene un único hablante identificado. Puedes encontrar más información en la página Siminchikkunarayku.