El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, no tiene derecho a tener un iPhone por razones de seguridad, pero sus dos hijas adolescentes son asiduas usuarias del famoso teléfono inteligente.
Lo dijo él mismo ante jóvenes que se reunieron en la Casa Blanca, buscando convencerlos para contratar un seguro de enfermedad, dado que el éxito de su reforma de salud dependerá en gran parte de la adhesión de los jóvenes en buen estado.
Explicó que dicho seguro les costaría menos al mes que su suscripción de cable o la factura de teléfono: “Por razones de seguridad, no estoy autorizado a tener un iPhone (…) No sé a cuánto ascienden sus facturas. Pero me he dado cuenta de que Sasha y Malia parecen pasar mucho tiempo” en sus aparatos, narró.
Tras su llegada al poder, Obama luchó por conservar su smartphone fetiche: un Blackberry. Pero este es un modelo especial adaptado por el Servicio Secreto, para evitar la posibilidad de una geolocalización.
Blackberry es mundialmente conocido por su gran seguridad de encriptación, una de las razones por la que todavía es popular en Washington, aún cuando pierde mercado frente a otros teléfonos inteligentes como el de Apple.
El mandatario continuó: “Tengo la impresión de que muchos de ustedes gastan, entre la factura de cable y teléfono, más de 100 dólares al mes. Son suficientemente inteligentes para no renunciar a la seguridad (…) de un seguro médico por un costo menor”.
Obama viene realizando una nueva ofensiva por el lanzamiento de la página de internet “Healthcare.gov”, principal portal de acceso a la compra de un seguro para los estadounidenses que no lo tienen hasta ahora.
Inicialmente, su lanzamiento el 1 de octubre se vio afectado por graves dificultades técnicas, que hicieron que se resintieran las cifras de inscripción de octubre y noviembre.
