Se trata de un dispositivo denominado vOICE, concebido por primera vez por el doctor Peter B.L. Meijer en 1982 y está basado en el concepto de ecolocalización. Aprovecha la capacidad que desarrollan las personas ciegas para reconocer el entorno mediante el rebote de sonidos y brinda una novedosa propuesta para los móbiles.
Lo que hace la "app" es convertir las imágenes de la cámara en frecuencias de audio en un barrido que siempre se produce de izquierda a derecha una vez por segundo. Estudios sugieren que de esta manera, se estimula y ayuda al cerebro a restablecer conexiones neuronales en aras de mejorar la percepción.
El creador reveló que el primer sistema desarrollado consistía en unas gafas dotadas de una cámara y conectadas a un portátil que se llevaba en una mochilla, sin embargo, se hacía pesado, por ello decidió crear una aplicación que cumple la misma función utilizando la cámara del smartphone y conectándolo a unos auriculares.
Algunos de los pacientes que lo probaron indicaron que al principio solo se oía un coro initeligible, sin embargo, detallaron que con el tiempo y ayudándose del tacto, pudieron incluso ver imágenes que al inicio se presentan como líneas y que poco a poco fueron tomando forma de dibujos completos.
Especialistas afirmaron que el invento no puede sustituir a la visión natural y recomiendan el uso de técnicas más prometedoras como los implantes, sin embargo, Meijer lo califica como un sistema alternativo, gratuito y accesible a las personas con problemas de visión.
