Se trata de un dispositivo anticatástrofes inspirado en las historias apocalípticas como las del arca de Noé que han servido para que el ser humano agudice su instinto de supervivencia.
Uno de los mayores temores que ya es parte del pasado fue la del fin del mundo inspirado en el calendario maya. Esta historia inspiró a Yang Zongfu para crear un arca que le permitiera a él y a su familia sobrevivir a una catastrofe natural.
El dispositivo tuvo un costo de fabricación de 180.000 euros. Consiste en una bola de 4 metros de diámetro que gracias a un sistema de muelles es capaz de sobrevivir a caídas de 50 metros, soportar temperaturas de 1.700 grados celsius, impactos de objetos que van a 100 km/h y terremotos de magnitud 10.
Lo interesante de esta esfera es su capacidad para sobrevivir no sólo por fuera sino también por dentro. Dentro puede albergar a tres personas que pueden tener abastecimiento de comida para un periodo de tiempo de 10 meses, cantidad en principio suficiente para aguantar cualquiera de estas catástrofes.
Fueron dos años de trabajo, ya que quería prepararse para el fin del mundo según el calendario Maya, y desde entonces ya ha vendido cinco unidades a otras personas. Aunque no hay catástrofes que justifiquen su producción, el inventor señaló que se trataría de una estupenda atracción para los turistas.