Según TV Licensing, el organismo encargado de recolectar el impuesto anual a la TV que se aplica en Reino Unido, más de 13,000 hogares en este territorio siguen usando aparatos de televisión en blanco y negro.
Cada hogar con un aparato de televisión en Reino Unido debe pagar una licencia anual (que se utiliza para financiar a la BBC y otros servicios de medios en el país), y así es como TV Licensing sabe qué tipo de dispositivos hay en funcionamiento en cada casa.
La caída en el número de televisores en blanco y negro ha sido constante en los últimos años. En 2000 había 212,000 en todo el Estado; en 2006, menos de 50,000 y ahora, 13,202. El mayor número de los anticuados dispositivos se encuentra hoy en Londres (2,715).
El portavoz de TV Licensing, Stephen Farmer, resaltó lo “sorprendente” que resulta este hecho tomando en cuenta que Reino Unido ha completado su transición a la televisión digital, que 41% de sus hogares tiene televisores de alta definición, y que también lidera el acceso de contenido televisivo a través de Internet.
El historiador de la radio y la televisión, John Trenouth, sugirió que esto puede explicarse por la necesidad de ahorro de los hogares de menores ingresos. El ‘license fee’ (impuesto a la TV) para los aparatos en blanco y negro de es de 49 libras (79 dólares) al año, mientras que para los dispositivos en colores es de 145,50 libras (233,55 dólares).
Trenouth también admitió que "siempre habrá un pequeño número de usuarios que prefiere las imágenes monocromáticas, no quieren deshacerse de algo que funciona o coleccionan viejos aparatos de TV".