Arie Alimi, abogado de unas 500 mujeres argentinas que resultaron lesionadas por utilizar prótesis mamarias de la marca gala PIP, que resultaron defectuosas, anunció que sus defendidas pedirán un fondo automático de indemnizaciones a Francia y la Unión Europea-UE.
Desde Paris, el letrado declaró que “las víctimas extranjeras no tienen ninguna posibilidad de hacer que se les retiren los implantes”, ya que el gobierno argentino, a diferencia de la mayoría de Ejecutivos europeos, no sufragará los costes de las operaciones.
“Al día de hoy no hay ninguna propuesta del Estado francés ni de la UE para crear un fondo de indemnizaciones para las víctimas extranjeras para posibilitar la extracción inmediata de las prótesis que pueden ser peligrosas”, denunció Alimi”.
La indemnización mínima que requerirán las demandantes, que se constituirán como parte civil, será de entre 2.300 y 2.800 dólares, agregó Alimi.
En Argentina podría haber hasta 15.000 mujeres afectadas, en su mayoría “jóvenes de clase media que se hacían implantar las prótesis Poly Implant Prothése (PIP) porque no eran caras”.
En total, se estima que entre 400.000 y 500.000 mujeres en todo el mundo llevan esos implantes, en los que se utilizaba un gel industrial en lugar de silicona médica que puede resultar dañino para la salud.