Con el paso del los años, al igual que todas las células del cuerpo humano, los óvulos de la mujer van envejeciendo poco a poco, disminuyendo su calidad y su capacidad de fecundar.
Según encuestas a diversos Centros Especializados en Reproducción en España, cada vez es mayor el número de jóvenes interesadas en posponer la maternidad a través del congelamiento de óvulos, técnica utilizada para preservar el potencial reproductivo.
De igual forma, los resultados revelaron que la mayoría de mujeres que busca aplazar el embarazo bordea los 30 años, no tiene pareja, está desarrollando una carrera profesional y busca una solvencia económica.
“La vitrificación ofrece una sobrevida del 95% de los óvulos a diferencia de la congelación lenta que ofrece sólo 2%. Esta última forma cristales de hielo que, al momento de descongelar, actúan como cuchillas y destruyen la organela”, manifestó el Dr. Roly Hilario, director académico del Centro de Fertilidad PROCREAR.
El procedimiento de congelación se inicia con la producción de óvulos obtenidos por estimulación ovárica, los que al madurar son extraídos y analizados para determinar su nivel de calidad. Finalmente, son congelados y almacenados en el banco de óvulos hasta el momento de ser inseminados con el esperma de la pareja.
Este método permite que los ovocitos tengan un comportamiento similar al que tenían antes de ser congelados, pudiendo ser fácilmente fecundados (in vitro) generando embriones capaces de implantarse en el útero y desarrollar niños sanos.
El Dr. Hilario explicó que si las posibilidades de un embarazo a los 25 años son del 60% y de un embarazo a los 40 años es sólo del 10%, una mujer de 40 años que ha congelado sus óvulos a los 25 años continuará teniendo el 60% de probabilidades de quedar embarazada. “Depende del óvulo no de la mujer”, puntualizó y recomendó a las interesadas congelar sus óvulos antes de los 30 años.