Cardiólogos y psicólogos deben analizar los factores de riesgo cardiovasculares en los pacientes psiquiátricos, puesto que según investigadores de la Universidade de Oulu, en Finlandia, aseguran que las personas que consumen medicamentos antidepresivos y antipsicóticos, tienen un riesgo mucho mayor de padecer una arritmia mortal durante una afección coronaria.
Hasta el momento, no se había determinado si los trastornos psiquiátricos, como la depresión o la esquizofrenia, aumentan la predisposición a sufrir trastornos cardiovasculares, aunque según reconoce el autor de esta investigación, Heikki Huikuri, este estudio evidencia que "es necesario mejorar el análisis de los factores de riesgo cardiovasculares en los pacientes psiquiátricos".
Este estudio es parte del proyecto 'FinGesture', diseñado para comparar los perfiles genéticos y otros de riesgo de víctimas de muerte súbita cardiaca con los de supervivientes de afecciones coronarias agudas.
Por eso entre 1998 y 2009 se recopilaron datos de 2.732 personas que fallecieron por muerte súbita fuera del hospital de un área del norte de Finlandia y, en todos los casos, contaban con confirmación mediante autopsia de muerte súbita cardiaca durante una afección coronaria aguda.
Por otro lado, el grupo de control estaba compuesto por 1.256 pacientes tratados en el Hospital Universitario de Oulu que sobrevivieron a un infarto de miocardio agudo.
Tras analizar los últimos medicamentos utilizados por los pacientes fallecidos, a partir de los informes de la autopsia medicolegal y de los cuestionarios completados por los familiares, observaron que el 9,7 por ciento había tomado antipsicóticos, en comparación con el 2,4 por ciento del grupo de control.
En el caso de los antidepresivos, el 8,6 por ciento de los pacientes del grupo de muerte súbita los había consumido (frente al 5,5% del grupo de control). Asimismo, los resultados mostraron que la combinación de fenotiazinas y cualquier antidepresivo está asociada a un riesgo muy alto de muerte súbita cardiaca.
Los análisis pusieron de manifiesto que las diferencias en el uso de medicamentos psicotrópicos entre ambos grupos eran considerables una vez ajustado el uso de medicamentos cardiovasculares, como la “Aspirina”, medicación beta bloqueadora e inhibidores de enzima convertidora de angiotensina (ECA).
En el estudio, las víctimas de muerte súbita cardiaca utilizaban tanto antidepresivos tricíclicos como antipsicóticos con mayor frecuencia, pero no se detectó un uso excesivo considerable de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina ni de antidepresivos más modernos.
"Esto muestra claramente que el motivo de la asociación no fue el trastorno mental en sí, sino los medicamentos utilizados para tratar a estos pacientes, que aumentaron las posibilidades de muerte súbita cardiaca", explicó Heikki.
Recientemente, se ha descubierto que algunos medicamentos antipsicóticos producen una prolongación del intervalo QT en los electrocardiogramas, lo que puede generar arritmias ventriculares polimórficas malignas y, en última instancia, la muerte súbita.
A nivel celular, los medicamentos se asocian a la inhibición de los canales de potasio, lo que está relacionado con la prolongación del intervalo QT.
Además, hay estudios que han demostrado que estos pacientes tienen una mayor incidencia de diabetes y dislipidemia que la población general, así como una mayor probabilidad de sufrir hipertensión y de llevar estilos de vida sedentarios.
Dichas observaciones indican la necesidad de que los cardiólogos y los psiquiatras establezcan vínculos entre ambas especialidades, para que los psiquiatras evalúen a sus pacientes de manera rutinaria "a fin de detectar factores de riesgo cardiovasculares y, en caso positivo, enviarlos a los cardiólogos", explicaron los científicos.