Por primera vez un grupo de científicos han corregido mutaciones en células madre sin producir alteraciones secundarias.
Los especialistas del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (instituto mixto Universidad de Cantabria-CSIC) liderados por investigadores del Wellcome Trust Sanger Institute y la Universidad de Cambridge, han utilizado como diana una mutación genética causante de la cirrosis hepática y del enfisema pulmonar.
Con el uso de instrumentos tecnológicos de última generación han sido capaces de corregir la secuencia genómica de un paciente, sin producir ninguna alteración secundaria, y demostrado que el gen corregido funcionaba normalmente.
Los investigadores usaron células madre inducidas humanas (hIPSCs) para sus estudios ya que, una vez reprogramadas en la placa Petri, los genes pueden convertirse en una gran variedad de tejidos.
Si las células madre provenientes de un paciente con un defecto genético pueden ser corregidas, los científicos creen que una vez reintroducidas en el paciente estas células pueden tratar los efectos de la mutación que causa la enfermedad.
En esta investigación, el equipo se centró en la deficiencia causada por una mutación en la 'alfa-1-antitripsina', un gen que es activo en el hígado, donde es responsable de generar una proteína que protege frente a una inflamación excesiva.
El paciente usado para el estudio tenia una alfa-1-antitripsina mutante no pueden expulsar correctamente la proteína fuera del hígado, donde se queda atrapada generando a la larga cirrosis hepática y enfisema pulmonar, una enfermedad congénita más común del hígado y del riñón, afectando a una de cada 2.000 personas del norte de Europa.
Basándose en trabajos previos en la Universidad de Cambridge que mostraban que era posible transformar células de piel en células hepáticas mediante la reprogramación de células madre, el grupo de investigación corrigió con éxito y de manera perfecta el gen de la alfa-1-antitripsina en una línea celular establecida conteniendo la mutación.
Usando "tijeras moleculares" para cortar el genoma en el sitio preciso, insertaron posteriormente una versión correcta del gen usando una transportador de ADN denominado piggyBac.
Estas secuencias de este transportador fueron finalmente eliminadas de las células, permitiéndolas convertirse en células hepáticas sin ningún tipo de daño genético en el sitio de la corrección.