La mayoría de las mujeres que usan anticonceptivos saben que tienen en la píldora una aliada confiable desde hace décadas, pero también un buen número de ellas está en busca de algo nuevo, quizá la respuesta a su inquietud sea una novedosa fórmula de anticoncepción, que se aplica con una inyección mensual.
La mayoría de las mujeres que usan anticonceptivos saben que tienen en la píldora una aliada confiable desde hace décadas, pero también un buen número de ellas está en busca de algo nuevo, quizá la respuesta a su inquietud sea una novedosa fórmula de anticoncepción, que se aplica con una inyección mensual.
Las mujeres deben saber que no se trata de un fármaco experimental o menos confiable que las pastillas, parches o aparatos intrauterinos, ya que "los anticonceptivos inyectables son altamente efectivos, por arriba de 99 por ciento , no requieren de una atención diaria, son reversibles y fáciles de usar", afirma el doctor Santiago Córdova, director del Comité Científico del Centro Latinoamericano Salud y Mujer (Celsam), en Ecuador.
Apunta que 48 por ciento de las mujeres latinoamericanas en edad fértil (de 15 a 49 años de edad) no utiliza ningún método anticonceptivo para planificar su familia, y "es vital que nosotros continuemos educando a las mujeres para que se informen y seleccionen el método que se ajuste a sus necesidades físicas y de estilo de vida".
Las opciones son múltiples y seguras, en muchos casos ayudan a mejorar la calidad de vida femenina y contribuyen a la planeación familiar en pareja.
Los expertos de Celsam dicen que los anticonceptivos inyectables otorgan ciertos beneficios importantes para la mujer, comenzando por la discreción, además de que son del todo seguros y efectivos, y pueden ser usados por mujeres de todas las edades.
De acuerdo con el especialista, son reversibles y cuando una mujer decida embarazarse lo puede hacer, basta dejar de utilizarlos y puede recuperar su ovulación en dos o tres meses.
Su empleo ayuda a que las mujeres tengan menos cólicos y dolores menstruales, que regulen sus ciclos menstruales, reduzcan el riesgo de la formación de quistes en los ovarios en 78 por ciento .
Se trata de una solución inyectable mensual que protege de la Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI), que puede ocasionar esterilidad (40 por ciento ), previene el cáncer en los ovarios y del endometrio (40 por ciento ), disminuyen la aparición de enfermedad benigna de mama (40 por ciento ) y baja la frecuencia de anemia por deficiencia de hierro (50 por ciento ).
El doctor Córdova advierte que es importante tener en cuenta que los anticonceptivos inyectables no protegen contra el VIH- SIDA y las Infecciones de transmisión sexual (ETS).
"Lo más importante es que cada mujer evalúe junto a su médico cuál es la mejor opción anticonceptiva de acuerdo a sus necesidades", pero "sin duda los anticonceptivos inyectables son una opción a considerar, en especial si lo que se busca es discreción a toda prueba", subraya.
DE QUÉ SE TRATA
Los anticonceptivos inyectables contienen estrógenos y progesterona, las cuales se administran con una inyección intramuscular (en el glúteo).
En una usuaria de primera vez debe iniciar el tratamiento el primer día de sangrado menstrual y las siguientes aplicaciones serán colocadas exactamente cada 30 días, preferentemente en la misma fecha de la primera inyección, se puede tener tolerancia hasta dos o tres días antes o dos o tres días después de la fecha que corresponda, indican los expertos del Celsam.
Los primeros inyectables fueron elaborados para uso trimensual y bimensual, y a finales de los años 60 se les adicionó un estrógeno tratando de mejorar el ciclo, pero con un contenido hormonal alto, mejor conocidos como inyectables de primera generación.
Y fue hasta principios de los años 80 cuando se inició el desarrollo de inyectables de menor dosis llamados de segunda generación, ofreciendo ciclos más regulares y beneficios adicionales para la salud de la mujer y que son de aplicación mensual.
El Celsam es una asociación civil sin fines de lucro, cuyo objetivo es contribuir a mejorar la salud sexual y reproductiva de la mujer y su pareja a través de información, orientación y educación.
Con actividad y presencia en la mayoría de los países latinoamericanos, cuenta con un comité científico formado por médicos líderes de opinión como ginecoobstetras, biólogos de la reproducción, investigadores, endocrinólogos y psicólogas.
Tiene además un comité técnico conformado por organizaciones gubernamentales como InMujeres y no gubernamentales como Family Health International (FHI), Pathfinder Internacional y MEXFAM; apoyados por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) así como por Instituciones de Salud: IMSS, ISSSTE y SSA. Todos unidos en una gran red Pan-regional para que la información llegue a la mujer en todos los rincones de América Latina.
(Agencias)