Más de la mitad de los pacientes con cáncer podría padecer insomnio durante el tratamiento, problema que, en algunos casos, puede persistir durante meses, según un estudio del Centro de Investigación del Cáncer de la Universidad Laval, en Quebec (Canadá), publicado en 'Journal of Clinical Oncology'.
Los resultados de este trabajo, dirigido por el investigador Josee Savard, se basó en una encuesta realizada a cerca de 1.000 pacientes oncológicos que se sometieron a una cirugía, a quienes se les preguntó si tenían problemas para dormir durante la noche o para conciliar el sueño.
"El insomnio es un problema frecuente y duradero en pacientes con cáncer, particularmente en el nivel de síndrome", explica Savard en referencia al síndrome de insomnio, un problema que se manifiesta con síntomas persistentes, como necesitar más de media hora para dormirse por lo menos tres noches a la semana.
"Las estrategias de intervención temprana, como la terapia cognitivo-conductual, podrían evitar que el problema se volviera cada vez más grave y crónico", añadió.
El equipo de Savard siguió a estos pacientes, que tenían entre 23 y 79 años de edad y la mayoría presentaba cánceres en etapa inicial, para ver si su sueño y los síntomas cambiaban meses después de finalizar el tratamiento.
Durante el tratamiento, el 59 por ciento dijo presentar síntomas de insomnio y de ellos, casi la mitad sufrían síntomas tan graves como para ser propios del síndrome de insomnio. El índice que presentaban estos pacientes era tres veces mayor que el de la población general. Un año y medio después, el 38 por ciento de estos pacientes tenía síntomas de insomnio.
Aunque por lo general los pacientes eran poco proclives a informar de que sufrían insomnio, con el paso del tiempo uno de cada siete reconoció que había desarrollado síntomas en los primeros meses tras la cirugía.
"El sueño es realmente un gran problema para los pacientes con cáncer", apunta Carol Enderlin, que estudia el sueño en mujeres con cáncer de mama en la Universidad de Arkansas y no participó en el estudio.
Según la experta, el mensaje para estos pacientes es "ser conscientes del sueño y de la importancia del sueño, informar al médico sobre sus cambios en el sueño antes de que se agraven y no tener miedo a sacar el tema".
Sólo en los últimos años se ha reconocido al sueño como un problema para los pacientes oncológicos, anota Julienne Bower, de la Universidad de California, líder de otro estudio según el cual cerca de dos tercios de las pacientes tratadas por tumores mamarios sufrían fatiga y la calidad de su sueño era deficiente.
Su equipo de investigación ha comprobado la eficacia del yoga como tratamiento contra la fatiga y el Tai Chi para el insomnio. La terapia cognitivo-conductual, que ha ayudado a otros pacientes de insomnio, también puede resultar útil. "Cuando la gente padece estrés, cuando se enfrenta a retos, lo hacen mucho mejor tras una noche de descanso", concluye.