Un estudio demuestra que aumentar la dosis de quetiapina no mejora los síntomas de la esquizofrenia o el trastorno esquizoafectivo.
Y mientras que los síntomas parkinsonianos no se agravaron con el aumento de dosis, los pacientes engordaron, según el equipo del doctor William G. Honer, del Instituto de Investigación en Salud Mental y Adicciones de British Columbia, en Vancouver.
A menudo se indican dosis de quetiapina más altas que las aprobadas, sin demasiadas evidencias de su efectividad, escribe el equipo en Journal of Clinical Psychiatry.
Los autores diseñaron el estudio para conocer si los pacientes que mejoraban menos de un 30 por ciento, según la Escala para el Sindrome Positivo y Negativo (PANSS, por sus siglas en inglés), después de cuatro semanas de tratamiento con la dosis máxima de quetiapina aprobada (800 mg/día) evolucionarían mejor con 1.200 mg/día durante ocho semanas adicionales.
El resultado primario fueron los síntomas extrapiramidales emergentes o más graves, dado que "ese efecto adverso de los antipsicóticos probó la relación dosis-respuesta más clara", según el equipo.
Al azar, 43 pacientes tomaron una dosis de 800 mg/día y 88 pacientes, 1.144 mg/día.
El parkinsonismo emergente fue un 3,1 por ciento más común en el grupo tratado con la dosis más alta, dentro del límite preestablecido del 16 por ciento.
El grupo tratado con la dosis más alta engordó 1,7 kilogramos (kg); el 12,5 por ciento engordó un 7 por ciento o más de su peso inicial, comparado con 1,1 kg y un 9,3 por ciento, respectivamente, en el grupo tratado con la dosis más baja.
Con el tiempo, la gravedad de los síntomas disminuyó en ambos grupos, pero sin diferencias significativas.
"Los resultados no revelan una ventaja del uso de la quetiapina en dosis fuera del rango aprobado", concluye el equipo.