Las mujeres con menopausia prematura presentan un envejecimiento cutáneo más rápido, por lo que, atendiendo a esta evidencia, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) recomienda tomar el sol moderadamente y mantener la piel hidratada mediante fotoprotectores adecuados y la ingesta de agua.
"El síntoma más popular y más relacionado con esta etapa de la vida de la mujer son los sofocos, mientras que buena parte de la población desconoce que la disminución del colágeno en la piel a partir de los 45-50 años es debida a la deficiencia estrogénica provocada por la menopausia", explica la especialista en Ginecología y Obstetricia, la Dra. Elena Ruiz Domingo.
Durante la menopausia, la disminución de estrógenos en la mujer conlleva la pérdida de lípidos, agua y colágeno. "Por este motivo, la manifestación más visible de la piel durante la menopausia es su adelgazamiento y sequedad. Lo primero se debe a la disminución de la capa de colágeno y lo segundo a que las glándulas sebáceas segregan menos sebo, unos cambios que conducen a una epidermis más rugosa, seca y dura", afirma la experta.
Según la Dra. Ruiz, "el deterioro de la piel está condicionado por el tabaco y la exposición al sol, de ahí la conveniencia de mantener unos hábitos de vida saludables, con una alimentación rica en frutas, verduras y fibra".
En este sentido, los expertos aconsejan tomar el sol moderadamente, utilizar protectores solares adecuados e ingerir agua. A pesar de todo, "no hay que olvidar que el sol es una de las principales fuentes de vitamina D, por lo que es muy beneficioso tomar el sol durante 15 minutos al día, tanto para la salud en general como para fortalecer los huesos", concluye la doctora.