La reconstrucción de la médula espinal es el gran anhelo de quienes sufren lesiones medulares y hoy parece que la ciencia está un poco más cerca de conseguirlo. Un grupo de científicos de la Universidad Case Western Reserve (Cleveland, Estados Unidos) ha logrado restablecer entre el 80% y el 100% de la función pulmonar en ratones cuya lesión medular les impedía respirar por sí mismos.
Todo un reto que "esperamos se pueda probar pronto en ensayos clínicos", con humanos, aseguran los investigadores.
En la mayoría de los casos, las lesiones (producidas por accidente de tráfico, caídas de caballo, etc.) provocan fracturas o comprimen las vértebras, de tal forma que éstas a su vez aplastan y destruyen los llamados axones, es decir, las extensiones de células nerviosas encargadas de transmitir señales de la médula espinal al cerebro y al resto del cuerpo.
Dependiendo del segmento afectado y de la gravedad, se puede producir parálisis de distintas partes del cuerpo y complicaciones como disfunciones en la vejiga o respiratorias. De hecho, aproximadamente un tercio de los pacientes con lesiones medulares a la altura del cuello, necesitan ayuda técnica para respirar y no queda más remedio que intubarles y conectarles a un respirador para administrarles oxígeno.
El problema, señalan los responsables del avance y autores del consiguiente artículo publicado esta semana en la revista 'Nature', es que las intubaciones incrementan el riesgo de neumonía y este tipo de infecciones respiratorias son las responsables de más de un 25% de las muertes por lesiones medulares.
Otra opción, según Fernando Carceller, neurocirujano del Hospital La Paz de Madrid, es "colocar al paciente un generador de estímulo del diafragma (implicado en la función respiratoria), pero su efectividad es relativa".
El neurocientífico Jerry Silver lleva más de 30 años trabajando en distintas metodologías orientadas a la recuperación de funciones perdidas o dañadas. Ahora, "por primera vez, hemos restaurado la función respiratoria en roedores con este tipo de lesionados", afirma el principal autor de la investigación. ¿Cómo? Trasplantando injertos del nervio periférico a la zona dañada de la médula espinal. Actúan de 'puente' para volver a conectar los axones dañados y que finalmente lleguen al diafragma, el músculo que interviene en la respiración y que ha quedado parcial o totalmente paralizado por la lesión medular cervical. Este circuito nervioso restablecido consigue mover y contraer el diafragma y, por lo tanto, la respiración.
Como señala el neurocirujano español, "este tipo de regeneración existe en la actualidad, pero es muy pobre". La novedad que aporta Silver y su equipo es que, además, inyectan una sustancia (Condroitinasa ABC) capaz de disolver unas moléculas (proteoglicanos de sulfato de condroitina) que se producen en la médula y dificultan la regeneración de axones.
Con esta acción se consigue la regeneración de un mayor número de axones y, por tanto, tal y como señalan los autores del estudio, a los tres meses de la intervención, "se recuperaba la actividad de los músculos y los nervios implicados en el movimiento del diafragma y la función pulmonar se restablecía con una eficacia muy alta (entre el 80% y el 100%)". Además, "la respiración se mantenía en los mismos niveles seis meses después del tratamiento".
A pesar de ser un "trabajo francamente excelente", apunta el doctor Carceller, los autores de la investigación reconocen la necesidad de "comprobar los resultados en más estudios con animales y después en ensayos clínicos".
(Fuente: Agencias)