Hacer grandes volúmenes de ejercicio luego de una cirugía bariátrica mejora el metabolismo de la glucosa, reportaron recientemente investigadores en Texas.
"Muchos pacientes de cirugía bariátrica para la obesidad mórbida pueden hacer grandes volúmenes de ejercicio, y esto debe ser altamente recomendado para mejorar su estado físico y salud", comentó la doctora Meena Shah, del Centro Médico de la University of Texas, en Dallas.
En un ensayo aleatorio publicado en la revista Obesity, el resultado principal -el consumo máximo de oxígeno (VO2max) relativo al peso corporal- aumentó en un 10 por ciento en el grupo que hizo ejercicio, pero disminuyó levemente en el de control.
El grupo que practicó ejercicios también tuvo un mayor gasto de energía durante una actividad física moderada. Y sólo estos pacientes tuvieron una caída significativa en la respuesta de la glucosa postprandial.
Además, aquellos participantes registraron mejoras en la calidad de vida relacionadas a la salud que no se vieron en otros grupos de control.
Pero no hubo una diferencia significativa entre las cohortes en relación al peso corporal, las circunferencias de la cintura y la cadera, el porcentaje total de grasa corporal, el porcentaje de grasa en el tronco, la masa magra o el gasto de energía en el momento de descanso o durante la actividad leve.
En total, el estudio involucró a 33 pacientes que se habían sometido a una cirugía de bypass gástrico o banda gástrica al menos tres meses antes (alcance, de tres meses a ocho años y medio).
La doctora Shah y su equipo los asignaron al azar a un programa de ejercicios de alto volumen o a un grupo de control. La meta era quemar al menos 2.000 calorías por semana durante 12 semanas con una actividad aeróbica de intensidad moderada con un VO2max de entre el 60 y el 70 por ciento.
"Los pacientes son más propensos a cumplir con las recomendaciones de ejercicios si se les pide aumentar su nivel de actividad física gradualmente", explicó la doctora Shah. Ambos grupos también recibieron instrucciones de nutrición y terapia actitudinal.
Cuatro de 12 pacientes asignados al grupo de control no brindaron datos tras iniciar el estudio (incluyendo tres que lo abandonaron porque querían formar parte del equipo de ejercicio).
Cinco de 21 participantes designados al grupo de ejercicios no completaron el ensayo debido a que dijeron que no tenían tiempo de hacer la actividad.
La proporción de los pacientes del grupo de ejercicios que realmente quemaron al menos 2.000 calorías por semana aumentó desde el 30 por ciento en las primeras cuatro semanas al 40 por ciento en las segundas cuatro semanas y al 53 por ciento en las últimas cuatro semanas del estudio.
El número de pasos por día aumentó desde alrededor de 5.500 al comienzo a casi 10.000 a las 12 semanas en el grupo intervenido, pero sólo se incrementó levemente en el de control.
La doctora Shah también destacó que "los pacientes tienden a cumplir más con las recomendaciones nutricionales si guardan un registro diario de la comida y registran todo lo que comen y beben y el número de calorías".
(Fuente: Agencias)