Por primera vez, cirujanos en Estados Unidos lograron restaurar la visión de un hombre que durante 55 años permaneció totalmente ciego en un ojo debido al desprendimiento de retina.
La retina, una capa en la parte posterior del ojo, es esencial para la visión. Hasta ahora se pensaba que cuando la retina permanece desprendida durante un periodo prolongado era imposible restaurar la visión.
Sin embargo, tal como informan los médicos del Hospital de Ojos y Oídos de Nueva York, el caso de un paciente ciego en un ojo durante 55 años, a quien lograron restaurar la visión, podría cambiar la forma como se tratan a partir de ahora las enfermedades de la retina.
Tal como señalan los investigadores en Journal of Medical Case Reports (Revista de Informes de Casos Médicos), el avance no sólo tiene implicaciones importantes para este paciente sino podría abrir la puerta a la investigación de trasplantes de retina para restaurar la visión.
La retina es una capa delgada sensible a la luz en la cual el ojo enfoca la luz de una imagen para traducirla en impulsos nerviosos que son enviados al cerebro.
Tanto el ojo como el cerebro trabajan juntos para poder producir las imágenes que vemos.
En ocasiones, debido a una herida o lesión en el ojo o la cabeza o a causa de alguna enfermedad, como miopía o diabetes, puede ocurrir un pequeño rompimiento en el tejido que provoca que ésta se desprenda gradualmente del ojo.
Un desprendimiento inicial puede ser corregido, pero si no se trata con urgencia y la retina permanece desprendida durante un largo período ocurren cambios, como degeneración de la mácula o pérdida de pigmento del epitelio retinal, que conducen a una pérdida gradual de la vista.
Cuando esto ocurre es imposible restaurar la visión, incluso si la retina puede volver a colocarse en su lugar original.
El doctor Olusola Olawoye informan del caso de un individuo de 63 años que siendo niño fue golpeado con una piedra en el ojo lo que provocó el desprendimiento de la retina de su ojo derecho, dejándolo ciego.
Cuando el hombre tenía 23 años fue sometido a una cirugía para extraerle una catarata y aunque temporalmente se logró restaurar su percepción de luz, volvió a quedar completamente ciego en ese ojo.
Cuarenta años después se le volvió a internar en el hospital porque, quejándose de dolor en el ojo, se descubrió que sufría hipema (sangrado) en el ojo.
Después de varias semanas y distintas pruebas para estabilizar la presión del ojo los médicos se dieron cuenta de que el paciente había logrado recuperar cierta percepción de luz en el ojo.
Alentados por ese sorprendente evento, el doctor Olawoye y su equipo decidieron someter al hombre a una cirugía para volverle a colocar la retina en su posición original.