Más allá de las irritaciones, hay peligro de orzuelos e infecciones como conjuntivitis y blefaritis, que pueden convertirse en crónicas
Los condicionantes externos, como el frío, calor o viento, desempeñan un papel importante en el mantenimiento del correcto estado de la piel, especialmente las de las mujeres que se maquillan con frecuencia. Si las necesidades básicas se cumplen, la piel mostrará un aspecto saludable, de lo contrario, obtendremos una piel prematuramente envejecida y sin brillo. Para un buen uso de los cosméticos es necesario saber qué tipo de piel se tiene.
Cristina Tiemblo, vocal nacional de Dermofarmacia del Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, explica que «si el cutis es seco se recomienda usar maquillaje con base oleosa para evitar que el alto contenido en pigmentos reseque el cutis. En caso de pieles grasas se recomienda usar productos sin aceites, que aprovechan la propia grasa de la piel.
Sin embargo, los expertos alertan de las consecuencias negativas que los malos hábitos a la hora de maquillarse pueden tener, no sólo para la salud de la piel, como ocurre con «las posibles reacciones alérgicas por contacto a alguno de los componentes», señala Tiemblo, sino también para los ojos, ya que están directamente expuestos a los cosméticos.
Más allá de las irritaciones, hay peligro de orzuelos e infecciones como conjuntivitis y blefaritis, que pueden convertirse en crónicas. Y los responsables son los productos para resaltar los ojos, como el delineador, la máscara de pestañas, el lápiz o las sombras. «Pueden producir inflamación e irritación si no se aplican con cuidado. Deben respetar el pH del ojo, y muy importante, hay que evitar que se contaminen, porque en ese caso sí existe riesgo de conjuntivitis», matiza Tiemblo.
Además de cuidar el género, hay que asegurarse de que el envase que los contiene estén bien cerrados y aislados de los contaminantes externos.
Por ello, los profesionales aconsejan decantarse por aquellos cosméticos que especifiquen de forma clara cuáles son sus componentes.
Respecto a los maquillajes, normalmente no son sólo bases con color, sino que incorporan moléculas para disminuir las arrugas, filtros solares, etc. Podemos decir que hay uno para cada tipo de piel, y en diferentes texturas (maquillaje, polvos compactos, polvos sueltos) con el fin de cubrir las necesidades de cada mujer.
Son fórmulas hipoalergénicas, para minimizar la aparición de problemas de hipersensibilidad. En la farmacia se pueden encontrar productos adecuados para cada tipo de piel, lo mas importante es la elección del mismo. En este sentido, «el farmacéutico es un profesional sanitario perfectamente capacitado y formado para asesorar al usuario sobre el producto de elección. Así, para pieles intolerantes se recomienda utilizar productos testados dermatológicamente, y con el menor numero de activos susceptibles de producir reacciones alérgicas».
A la hora de efectuar la limpieza, en el mercado existen muchas opciones: limpieza tradicional con leche y tónico, productos para limpieza al agua, tres en uno... «En todos los casos es importante elegir el adecuado para cada tipo de piel, y no olvidarnos de que se debe convertir en un habito. Lo ideal es hacer limpieza mañana y noche, tanto del rostro como de los ojos, y a continuación aplicar un producto de tratamiento», concluye.
(Fuente: Agencias)