
Hoy en día, muchos adolescentes están expuestos a mensajes sobre la “imagen ideal” difundidos en redes sociales, en la escuela o dentro de su círculo de amigos. Estas presiones generan comparaciones y expectativas irreales que pueden aumentar el riesgo de desarrollar un trastorno de conducta alimentaria.
Desde el Ministerio de Salud (Minsa), la psiquiatra de la Dirección de Salud Mental, Natalia Ascurra, señala que la prevención inicia en casa y que la familia juega un rol fundamental como soporte emocional.
Según la especialista, si un adolescente presenta cambios bruscos de peso, evita comer en familia, reduce la cantidad o el número de comidas, expresa descontento con su cuerpo y realiza ejercicio de manera excesiva o compulsiva, podría estar atravesando un trastorno de conducta alimentaria. Ante estas señales, es importante buscar ayuda profesional en salud mental.
¿CÓMO PREVENIR TRASTORNOS ALIMENTARIOS DESDE EL HOGAR?
La psiquiatra del Minsa recomienda fomentar una relación positiva con la comida y con el cuerpo, evitar comentarios sobre el peso o la apariencia física, promover hábitos saludables y de autocuidado sin caer en obsesiones, resaltar cualidades, esfuerzos y logros más allá de lo físico, conversar con hijos e hijas, escucharlos con empatía, sin juicios, validando sus emociones.
La salud mental y física están estrechamente vinculadas. Si se observan señales de alerta, se recomienda acudir a un establecimiento de salud para recibir orientación o comunicarse gratuitamente con la Línea 113, opción 5.
Con afecto, guía y comprensión, podemos acompañar a nuestros hijos e hijas para que desarrollen una relación saludable con su cuerpo y con la comida, promoviendo su bienestar y fortaleciendo su autoestima.


