El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común del mundo y una de las principales causas de cáncer de cuello uterino, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aunque la mayoría de las personas elimina el virus de forma natural, algunos casos pueden volverse persistentes y derivar en lesiones precancerígenas. En el Perú, el panorama es preocupante: entre cinco y seis mujeres mueren al día por cánceres relacionados con el VPH, de acuerdo con el Ministerio de Salud (Minsa). Ante esta situación, investigadores y médicos resaltan el papel esencial de un factor poco conocido: la microbiota vaginal, un escudo biológico que ayuda al organismo a combatir el virus.
LA MICROBIOTA VAGINAL: UNA ALIADA NATURAL CONTRA EL VPH
De acuerdo con estudios de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, una microbiota equilibrada puede duplicar la tasa de eliminación del VPH, reforzando su papel como aliada natural de la salud femenina. Este ecosistema está compuesto principalmente por bacterias del género Lactobacillus, entre ellas el Lactobacillus crispatus, que mantiene el pH vaginal ácido y bloquea el crecimiento de microorganismos dañinos.
El Dr. Cristian Hidalgo, especialista en microbiota vaginal y CEO de ILAGINE, explica que “una microbiota equilibrada no solo protege frente a infecciones comunes, sino que también reduce la persistencia del VPH en el organismo”. Sin embargo, el especialista advierte que factores como el estrés, el consumo excesivo de azúcar, los cambios hormonales o el uso de antibióticos pueden alterar este equilibrio, favoreciendo la permanencia del virus y el riesgo de cáncer cervical.
PREVENCIÓN INTEGRAL
La lucha contra el VPH requiere una estrategia integral que combine ciencia y prevención. El Dr. Hidalgo recomienda tres pilares esenciales:
- Controles ginecológicos y pruebas de detección: permiten identificar lesiones en etapas tempranas. El INEN advierte que el 80 % de los casos en Perú se detecta en fases avanzadas.
- Vacunación oportuna: disponible de manera gratuita en el Minsa para niñas, niños y adolescentes de 9 a 13 años, y jóvenes hasta los 18. La inmunización previene las cepas más agresivas del virus.
- Alimentación y hábitos saludables: una dieta rica en frutas, fibra y probióticos naturales fortalece la microbiota. Dormir bien, reducir el estrés y evitar el tabaco o el alcohol también son medidas clave.
CUIDAR LA MICROBIOTA
El abuso de antibióticos puede eliminar las bacterias beneficiosas del sistema vaginal. “El consumo sin indicación médica debilita la primera línea de defensa frente a infecciones y aumenta la vulnerabilidad al VPH”, advierte Hidalgo. Por ello, recomienda restaurar la microbiota con probióticos de Lactobacillus crispatus y reguladores del pH vaginal, siempre bajo supervisión médica.
Comprender el papel de la microbiota vaginal abre una nueva perspectiva en la prevención del VPH y en la promoción de una salud sexual integral, basada no solo en tratamientos médicos, sino también en el cuidado cotidiano del cuerpo y sus defensas naturales.
