El colorante rojo conocido como eritrosina (Rojo N.º 3) está nuevamente en el centro del debate público, luego de que la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso aprobara un proyecto de ley que propone prohibir su uso en el Perú. La medida surge tras las advertencias de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y del Ministerio de Salud (Minsa), que alertaron sobre posibles riesgos cancerígenos detectados en estudios experimentales con animales. Aunque la iniciativa aún debe ser revisada por el pleno del Parlamento, los especialistas recomiendan a los consumidores aprender a identificar este aditivo en los productos cotidianos, informó Andina.
Cómo detectar el colorante rojo en los alimentos
La nutricionista Jessica Huamán, decana del Colegio Regional de Nutricionistas de Lima, explicó —citada por Andina— que este colorante puede encontrarse en diversos productos procesados, incluso en aquellos que no lucen un tono rojo evidente. “Aparece en galletas con relleno rosado, cereales con aros de colores, chicles con puntos rojizos o rosados, y en tortas tipo red velvet”, detalló. Además, suele estar presente en frutas confitadas y algunos jarabes medicinales. Para identificarlo, la especialista aconseja revisar las etiquetas y buscar las denominaciones “Rojo N.º 3” o “Eritrosina” dentro de la lista de ingredientes.
Huamán indicó que la exposición prolongada a colorantes sintéticos podría generar efectos adversos, sobre todo en niños pequeños. “Aunque las investigaciones en humanos aún no son concluyentes, los estudios en roedores han mostrado indicios de riesgo cancerígeno”, señaló. También advirtió que la eritrosina suele combinarse con otros aditivos, como la tartrazina (amarillo N.º 5), vinculada a alergias e hiperactividad infantil.
La especialista recomendó priorizar colorantes naturales obtenidos de frutas y verduras, como el jugo de betarraga o la cúrcuma, en lugar de los pigmentos artificiales. “La mejor prevención está en preferir productos frescos y evitar los ultraprocesados. Si los padres encuentran eritrosina en un alimento o medicamento, lo ideal es consultar con un médico sobre posibles sustitutos”, subrayó la nutricionista, según Andina.