Un reciente informe publicado en The Lancet Regional Health – Americas reveló que al menos el 15% de los adultos peruanos sufre obesidad clínica, lo que equivale a más de 3.6 millones de personas. La investigación advierte que esta cifra podría alcanzar los 5.1 millones en el peor escenario, generando un impacto sanitario y económico de gran magnitud.
El análisis se basó en la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) 2021–2023 y examinó a 84,622 adultos, convirtiéndose en el primer esfuerzo por aplicar criterios diagnósticos adaptados a la realidad peruana. Según Percy Mayta-Tristán, coautor del estudio y director de investigación en la Universidad Científica del Sur, “en el mejor de los casos, el 15.7% de los adultos tendría obesidad clínica, pero en el peor, el 22.1%”.
Los resultados también mostraron la magnitud de la obesidad preclínica, una condición que afecta a entre el 28.7% y el 53.8% de los adultos. Esto significa que más de la mitad de la población estaría en riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, diabetes o cáncer en los próximos años, aún sin haber sido diagnosticada bajo los métodos tradicionales.
Los investigadores cuestionaron el uso exclusivo del índice de masa corporal (IMC) como medida de diagnóstico, pues deja fuera a millones de personas con exceso de grasa y problemas metabólicos. El estudio reveló que un 13.5% de adultos con IMC normal y un 21% con sobrepeso cumplen en realidad los criterios de obesidad clínica, lo que expone a entre 1 y 3 millones de peruanos a quedar sin diagnóstico hacia 2025.
IMPACTO ECONÓMICO
El impacto económico de esta enfermedad ya es considerable: en 2018, la obesidad costó al país 1,670 millones de soles (unos 500 millones de dólares), una cifra mayor al presupuesto anual destinado a combatir enfermedades no transmisibles. Pese a ello, el Perú carece de medicamentos aprobados en el sistema público y la única alternativa es la cirugía bariátrica, inaccesible para la mayoría de pacientes debido a sus costos.