Dormir bien se ha convertido en un desafío para millones de personas en el mundo, y la ciencia parece haber encontrado una alternativa efectiva fuera de los fármacos. Un estudio de la Universidad del Deporte de Harbin, en China, determinó que el yoga es el ejercicio más eficaz para conciliar el sueño y mantener un descanso reparador, por encima de la caminata, la resistencia y el aeróbico. Los resultados fueron publicados en la revista Sleep and Biological Rhythms.
SESIONES CORTAS, MEJORES RESULTADOS
Los investigadores observaron que practicar yoga intenso en intervalos breves, de menos de 30 minutos y dos veces por semana, ofrece mayores beneficios que sesiones más largas. Esto se debe a que entrenamientos prolongados elevan el cortisol —la llamada “hormona del estrés”—, lo que puede dificultar el sueño.
El yoga, en cambio, activa el sistema nervioso parasimpático, encargado de regular las funciones del cuerpo en reposo. A través de la respiración controlada, logra reducir la frecuencia cardíaca, generar relajación profunda y preparar al organismo para un descanso de calidad.
HALLAZGO PROMETEDOR, PERO CON CAUTELA
Pese a los resultados alentadores, los científicos advirtieron que el número de ensayos clínicos aún es limitado y se centró en poblaciones específicas con problemas de sueño. Por ello, recomendaron nuevas investigaciones que confirmen el papel del yoga como tratamiento no farmacológico contra el insomnio.
El hallazgo, sin embargo, abre la puerta a considerar al yoga no solo como una práctica física y espiritual, sino también como una herramienta respaldada por la ciencia para mejorar la salud del sueño en millones de personas.