Menos días en la oficina, pero más productividad y salud. Así lo concluye un estudio internacional publicado por la revista Nature Human Behaviour, que revela que la semana laboral de cuatro días, sin reducción salarial, no solo beneficia a los trabajadores, sino también a las empresas. El análisis se basó en la experiencia de casi 3 mil empleados en 141 compañías de seis países.
RESULTADOS CONCRETOS
La investigación fue liderada por académicos de la Universidad de Boston y el University College de Dublín, quienes dividieron a los trabajadores en tres grupos según la cantidad de horas reducidas. El grupo que trabajó solo cuatro días a la semana —reduciendo 8 o más horas— reportó mejoras significativas: menos fatiga, mejor salud mental, mayor calidad de sueño y una notable satisfacción laboral.
Comparados con empleados que no redujeron su jornada, los resultados fueron contundentes. Incluso quienes redujeron entre 1 y 7 horas también registraron beneficios, aunque menos pronunciados que los del grupo con semana de cuatro días. La clave, según los investigadores, está en que el tiempo de descanso adicional permite una recuperación física y emocional más completa.
MÁS EMPRESAS Y PAÍSES SE SUMAN A LA TENDENCIA
El estudio refuerza las iniciativas que ya se vienen ensayando en distintas partes del mundo. Organizaciones como 4 Day Week Global han impulsado pruebas piloto en al menos 375 empresas, con el objetivo de evaluar cómo una semana laboral más corta, sin pérdida salarial, impacta en la salud y economía de los negocios.
Los autores del estudio concluyen que esta modalidad ofrece una oportunidad concreta para que gobiernos y empresas replanteen las estructuras laborales. “Reducir las horas de trabajo no solo mejora el bienestar de los empleados, también puede ser una estrategia eficaz para aumentar la productividad”, afirmaron los investigadores.
