Expertos de la Harvard School of Public Health lanzaron la Healthy Eating Plate, una guía que busca frenar la obesidad y las enfermedades crónicas mediante un reparto preciso de alimentos. El esquema deja de lado presiones externas y se apoya exclusivamente en estudios científicos, posicionándose como una alternativa a la tradicional MyPlate del Departamento de Agricultura de EEUU.
CÓMO SE ARMA EL “PLATO PERFECTO”
El modelo divide el plato en proporciones claras, fáciles de replicar en cada comida cotidiana: verduras a mitad del plato, con variedad y exclusión de papas; granos integrales (un cuarto), como avena, arroz integral o quinoa; proteínas saludables en el último cuarto, privilegiando pescado, pollo, legumbres y nueces, limitando carnes rojas y evitar procesadas.
Además, se recomienda el uso de aceites saludables como el de oliva, canola o girasol; en cuanto a las bebidas se debe preferir agua, té o café sin azúcar y restringir refrescos y jugos. Según el profesor Anthony Komaroff, esta fórmula demuestra “cuán poderosamente nuestra salud se ve afectada por lo que comemos”, subrayando medio siglo de hallazgos médicos.
POR QUÉ ROMPE CON LAS GUÍAS OFICIALES DE EEUU
Para el nutricionista Walter Willett, la fuerza del Healthy Eating Plate radica en su independencia de intereses agrícolas y su respaldo en la “mejor evidencia disponible”. La Harvard Health Publications —división de la Medical School— difunde la propuesta a millones de lectores y refuerza su credibilidad con un panel de más de 10 000 facultativos. Con más de 150 000 ejemplares impresos y versiones digitales en constante descarga, la iniciativa ya se estudia en escuelas, hospitales y programas de bienestar corporativo.
Este enfoque de dieta saludable basada en ciencia pretende ser la referencia global para quienes buscan mejorar su alimentación de manera sencilla, accesible y, sobre todo, libre de conflictos de interés.