El Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi" (INSM) alertó en el Día Mundial de la Nutrición sobre el impacto directo de los hábitos alimenticios en la salud mental. Según Maribel Reyna Casas, jefa del Servicio de Nutrición del INSM, los nutrientes influyen en la producción de neurotransmisores cerebrales, determinando estados emocionales y cognitivos.
Dietas deficientes en nutrientes afectan la comunicación neuronal (sinapsis), generando trastornos como ansiedad, depresión, irritabilidad y fatiga crónica. Reyna advirtió que el exceso de azúcares refinados, grasas saturadas, cafeína, alcohol y aditivos artificiales actúa como "estresor alimentario", vinculado a estados de ánimo negativos y mayor riesgo de trastornos mentales.
Alimentos neuroprotectores
- Pescados ricos en omega-3 (bonito, caballa) y frutos secos (nueces, almendras).
- Cereales integrales, frutas y verduras variadas.
- Infusiones como romero, canela y valeriana para reducir insomnio y ansiedad.
- Alimentos con vitaminas B/C (legumbres, lácteos, cítricos) y magnesio (avena, maní, vegetales verdes, quinua) para estabilizar la actividad neuromuscular.
Origen embarazo y educación temprana
La relación nutrición-salud mental inicia antes del nacimiento. Una alimentación balanceada en embarazo y lactancia afecta la salud física y emocional infantil a largo plazo. El INSM insta a padres a promover educación alimentaria desde primeros años con horarios definidos, menús variados, evitando extremos permisivos o autoritarios.
Cifras alarmantes en niñez
Según el Ministerio de Salud, 2 de cada 10 niños peruanos de 5 a 12 años, tienen exceso de peso, incrementando su riesgo de desarrollar problemas mentales futuros. Una dieta balanceada previene no solo obesidad o diabetes, sino que regula el ánimo, sueño y equilibrio emocional.