El descanso de calidad se ha convertido en un bien escaso para muchos peruanos. Factores como el ritmo de vida acelerado, el estrés laboral y el uso excesivo de dispositivos electrónicos han impactado negativamente en la calidad del sueño de la población, con graves consecuencias para la salud mental. Especialistas del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi (INSM HD-HN) advierten que la falta de descanso adecuado puede aumentar la incidencia de trastornos del estado de ánimo, afectar la concentración y deteriorar las relaciones interpersonales.
Consecuencias del mal descanso en la salud mental
La falta de sueño no solo genera cansancio, sino que puede desencadenar problemas más serios a nivel físico y emocional:
- Aumento del riesgo de trastornos del estado de ánimo: Se ha demostrado que dormir poco está relacionado con un incremento de la ansiedad y la depresión, además de reducir la capacidad para manejar las emociones.
- Dificultades cognitivas: La memoria, la toma de decisiones y la concentración se ven afectadas negativamente cuando el cerebro no descansa lo suficiente.
- Irritabilidad y cambios de humor: El mal descanso puede provocar episodios de mal humor y una menor capacidad para manejar el estrés diario.
- Problemas en las relaciones personales: La fatiga y la falta de paciencia pueden aumentar los conflictos, especialmente en niños y adolescentes.
- Debilitamiento del sistema inmune: Un sueño deficiente deja al organismo más vulnerable a enfermedades e infecciones.
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas: La privación del sueño está relacionada con hipertensión, obesidad, diabetes y enfermedades cardíacas.
¿Cómo mejorar la calidad del sueño?
Para evitar estos problemas y garantizar un descanso reparador, los especialistas recomiendan adoptar hábitos saludables:
- Mantener horarios regulares: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a regular el reloj biológico.
- Crear un ambiente ideal para dormir: Un dormitorio oscuro, silencioso y con una temperatura agradable favorece el descanso.
- Evitar pantallas antes de dormir: La luz azul de los dispositivos electrónicos altera la producción de melatonina, afectando el sueño.
- Practicar técnicas de relajación: Actividades como la meditación, la respiración profunda o tomar un baño caliente pueden mejorar la conciliación del sueño.
- Hacer ejercicio regularmente: La actividad física promueve un sueño más profundo, aunque debe evitarse antes de acostarse.
- Seguir una alimentación saludable: Reducir el consumo de cafeína y comidas pesadas antes de dormir puede mejorar la calidad del descanso.
- Buscar ayuda profesional: Si los problemas de sueño persisten, es fundamental acudir a un especialista.
"El sueño es un pilar esencial de nuestra salud mental. Priorizar un descanso adecuado es una inversión en nuestro bienestar físico y emocional", concluye la psiquiatra Sonia Zevallos del INSM HD-HN.
