Con la llegada del verano en Perú y otros países del hemisferio sur, las altas temperaturas obligan a las personas a tomar precauciones para mantenerse frescas y protegidas del sol. Entre las recomendaciones más comunes, la elección de la vestimenta adecuada juega un papel clave. Sin embargo, un mito recurrente ha sido desmentido por un experto en física: el color de la ropa influye en la temperatura corporal, pero no siempre de la manera que se cree.
El físico Arturo Quirantes, de la Universidad de Granada, explicó en una entrevista con BBC Mundo que la creencia de que la ropa blanca es la mejor opción para los días calurosos no es del todo acertada. “La gente tiene la idea de que la ropa blanca es mejor porque refleja la luz solar”, señala, pero esto no toma en cuenta otro factor clave: la emisión de energía térmica del propio cuerpo.
Quirantes detalló que la ropa oscura, si bien absorbe más calor del sol, también puede ayudar a disipar el calor corporal, dependiendo de la ventilación y el tipo de tejido. Por ello, el experto recomienda priorizar ropa ligera y transpirable, sin importar el color, y elegir colores claros solo cuando la exposición al sol sea directa y prolongada.
¿Es peligroso beber agua fría después de hacer ejercicio?
En los últimos años, se han reportado casos de personas que han sufrido complicaciones de salud tras beber agua helada luego de realizar actividad física, generando la creencia de que esto podría desencadenar problemas cardiovasculares. Sin embargo, el Ministerio de Salud (MINSA) ha aclarado que no existe evidencia científica que avale esta afirmación.
El doctor Walter Vidalón, especialista del Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU), explicó que no hay estudios que demuestren que el consumo de agua fría después del ejercicio cause espasmos arteriales o vasoconstricciones que afecten el corazón. “Se ha tratado de buscar explicaciones sobre cómo el agua fría podría generar un impacto negativo, pero no hay pruebas científicas que respalden esta teoría”, afirmó.
No obstante, el especialista advirtió que hay factores que sí pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, obesidad, tabaquismo y síndrome metabólico. Además, destacó que el golpe de calor es una amenaza real en el verano, sobre todo para niños y adultos mayores, por lo que es fundamental mantenerse hidratado y evitar la exposición prolongada al sol.
¿Ducharse con agua caliente en verano es una buena idea?
En pleno verano, la mayoría de las personas opta por ducharse con agua fría para refrescarse y combatir el calor. Sin embargo, el médico cirujano José Luis Pérez-Albela sugiere que usar agua caliente puede ser más beneficioso para el organismo.
Según el especialista, ducharse con agua fría provoca una reacción vasoconstrictora en el cuerpo, es decir, cierra los poros y reduce la transpiración, lo que puede generar una sensación de frescura temporal, pero no a largo plazo. En cambio, el agua caliente estimula la circulación sanguínea, relaja los músculos y puede mejorar la calidad del sueño.
“Métete en una ducha caliente, sudas en la ducha, pero sales con una frescura bárbara”, explicó el doctor en una entrevista para el canal de YouTube "Bien de Salud". Además, recomendó este método para quienes sufren de insomnio o tensión muscular, ya que el calor del agua ayuda a relajar el cuerpo y a inducir el descanso.