Estudiar para un examen o preparar una presentación puede resultar abrumador, y muchas personas optan por la memorización como solución rápida. Sin embargo, esta estrategia tiende a ser temporal y los conocimientos suelen olvidarse al cabo de unas semanas. Ante este problema, la técnica Feynman, creada por el físico y premio Nobel Richard Feynman, surge como una herramienta poderosa para aprender de manera más profunda y duradera.
¿Qué es la técnica Feynman?
El método, desarrollado por Feynman en su etapa como estudiante en la Universidad de Princeton, se basa en simplificar conceptos complejos para explicarlos de manera sencilla y efectiva. Feynman, conocido por sus contribuciones a la mecánica cuántica y su habilidad como divulgador, creía firmemente que la capacidad de enseñar algo de forma simple indicaba una comprensión real del tema.
La técnica se puede aplicar a cualquier materia, no solo a la física o las matemáticas, y ayuda a convertir el aprendizaje en una experiencia clara y accesible.
Pasos para aplicar la técnica Feynman
1. Selecciona un concepto: el primer paso es identificar qué tema quieres aprender. Puede ser un concepto de cualquier área, desde ciencias hasta humanidades. Escribe el concepto elegido para comenzar a trabajar en él.
2. Explícalo a alguien más: intenta explicar el tema como si estuvieras hablándole a un niño o a alguien que no está familiarizado con él. Usa palabras simples y cotidianas. Mientras explicas, escribe tus ideas en un papel.
3. Identifica y completa lagunas: durante la explicación, es probable que notes aspectos del tema que no comprendes del todo. Regresa al material de estudio —libros, notas o videos— para aclarar esos puntos y mejora tu explicación con un lenguaje claro.
4. Organiza y revisa: revisa todo lo que has escrito para asegurarte de que no usaste palabras complicadas o jerga innecesaria. Si algo sigue siendo confuso, repite los pasos anteriores hasta que consigas una explicación clara y completa.