El consorcio internacional IciStem, co-coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, ha confirmado un avance histórico en la medicina: la primera curación del VIH mediante un trasplante de células madre sin la mutación CCR5Δ32, conocida por conferir protección contra el virus. El paciente, apodado 'paciente de Ginebra', es la sexta persona en lograr la remisión del VIH, pero la primera en hacerlo sin la mutación protectora, según un estudio publicado en la revista Nature Medicine.
EL PROCESO QUE LLEVÓ A LA REMISIÓN DEL VIH
El 'paciente de Ginebra' fue diagnosticado con VIH en 1990 y sometido a un trasplante de células madre en 2018 tras desarrollar un sarcoma mieloide. A diferencia de los casos anteriores, las células madre del donante no tenían la mutación CCR5Δ32, lo que hace este caso especialmente relevante. Un mes después del trasplante, las células sanguíneas del paciente fueron reemplazadas por las del donante, y los niveles de VIH en su cuerpo comenzaron a disminuir drásticamente hasta volverse indetectables.
Este avance muestra que la mutación CCR5Δ32 facilita la curación del VIH, pero no es imprescindible, según explicó Javier Martínez-Picado, investigador del IrsiCaixa y coordinador de IciStem. Esta revelación podría abrir nuevas vías de investigación para erradicar el virus, un paso crucial en la lucha contra el VIH.
LAS HIPÓTESIS DEL ÉXITO: TRATAMIENTO INNOVADOR
Los investigadores proponen varias hipótesis para explicar el éxito de este caso, destacando la aloinmunidad, un proceso en el que los sistemas inmunitarios del donante y receptor interactúan y combaten entre sí. Este enfrentamiento elimina muchas células inmunitarias infectadas por el VIH, lo que es esencial para erradicar el virus latente en el cuerpo del receptor.
Además, el equipo administró ruxolitinib, un medicamento inmunosupresor que no solo reduce el daño colateral del trasplante, sino que también bloquea la replicación del VIH. Este fármaco podría haber jugado un papel clave en la remisión prolongada del virus en el 'paciente de Ginebra', al evitar su reactivación y replicación.
El estudio resalta también la importancia de las células Natural Killer (NK), que patrullan el cuerpo para identificar y eliminar células peligrosas, como las infectadas por el VIH. Estas células podrían haber contribuido a mantener el sistema inmunitario alerta y libre del virus, representando una esperanza significativa en la lucha contra el VIH.
Este caso, coordinado por IciStem junto al Hospital Universitario de Ginebra y el Instituto Pasteur, no solo representa un avance crucial en la cura del VIH, sino que redefine las estrategias y posibilidades en el tratamiento del virus a nivel mundial.