Fumar durante el embarazo, incluso un solo cigarro al día, puede tener consecuencias devastadoras para la salud del bebé. Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Epidemiology & Community Health ha revelado que no existe un nivel seguro de consumo de tabaco antes o durante el embarazo. Los investigadores, que analizaron datos de más de 12 millones de nacimientos en Estados Unidos, encontraron que fumar en cualquier etapa del embarazo incrementa considerablemente el riesgo de problemas graves en el recién nacido.
Entre las complicaciones más comunes observadas se encuentran la necesidad de ventilación asistida, ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCI), sepsis, convulsiones y problemas neurológicos graves. Los bebés cuyas madres fumaron antes o durante el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir múltiples complicaciones de salud al nacer.
EL TABAQUISMO ANTES Y DURANTE EL EMBARAZO ELEVA EL RIESGO NEONATAL
El estudio destaca que las mujeres que fuman antes del embarazo o en cualquier trimestre tienen un riesgo significativamente mayor de que sus bebés requieran cuidados intensivos. Según los resultados, el riesgo de ingreso en UCI neonatal es un 24% mayor si la madre fumó antes del embarazo, y entre un 30% y 32% mayor si fumó durante la gestación. Incluso aquellas que fumaban solo uno o dos cigarrillos al día antes del embarazo enfrentaban un riesgo un 16% mayor de que sus bebés presentaran problemas de salud graves.
Los investigadores hacen un llamado urgente a las mujeres embarazadas o que planean concebir a abandonar el tabaquismo. El estudio refuerza la importancia de no fumar en ningún momento del embarazo, ya que los riesgos para el bebé son demasiado altos y pueden tener consecuencias permanentes.
Este hallazgo subraya la necesidad de una mayor educación y apoyo para las mujeres embarazadas, con el fin de reducir el impacto del tabaquismo en la salud neonatal y asegurar un inicio de vida más saludable para los recién nacidos.
