Perú se enfrenta a un gran reto en su sistema de salud pública: lograr que el 95% de las niñas y niños menores de 36 meses reciban todas las vacunas del esquema nacional de inmunización infantil, un porcentaje considerado óptimo por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para prevenir brotes de enfermedades graves como el sarampión y la poliomielitis. Actualmente, solo el 62% de estos menores están cubiertos, una cifra preocupante que ha motivado a Unicef y al Ministerio de Salud (Minsa) a lanzar la campaña "Las vacunas salvan vidas".
¿En qué consiste la campaña?
La campaña "Las vacunas salvan vidas" busca llegar a miles de hogares en todo el país, incluyendo aquellos en zonas remotas, utilizando mensajes en castellano y lenguas originarias como quechua, shipibo y awajún. El objetivo es sensibilizar a las familias, especialmente a las más jóvenes, sobre la importancia de vacunar a sus hijos. Según Unicef, la vacunación es una intervención de salud pública segura, gratuita y extremadamente costo-efectiva. Sin embargo, la cobertura actual sigue siendo insuficiente, con solo un 65.6% de niños menores de 36 meses inmunizados contra el sarampión y un 84.1% que ha completado las tres dosis contra la polio.
Impacto global de la vacunación
Gracias a las campañas de inmunización, los casos de sarampión han disminuido notablemente en todo el mundo. Antes de que se implementara la vacuna, esta enfermedad causaba la muerte de unos 2,6 millones de personas al año, en su mayoría niños. Para 2021, esta cifra se había reducido a 128 mil, aunque sigue siendo una cantidad alarmante que se puede reducir aún más con una mayor cobertura de vacunación. Además del sarampión, la poliomielitis, que puede causar parálisis permanente, sigue siendo una amenaza, como lo demuestran los recientes brotes de 2022 y 2023.
Acciones para aumentar inmunización
La campaña "Las vacunas salvan vidas" no es la única acción emprendida por Unicef en Perú. Se están llevando a cabo esfuerzos como el trabajo con los Gobiernos Regionales para priorizar la inmunización, brigadas de vacunación que visitan casa por casa en zonas de difícil acceso, y el fortalecimiento de las capacidades del personal de salud y agentes comunitarios. Además, se mantiene la cadena de frío para conservar las vacunas, un elemento crucial para garantizar su eficacia.
