Los pacientes con cáncer en Perú no solo luchan contra la enfermedad, sino también contra un sistema de salud que a menudo falla en proporcionar atención oportuna y adecuada. Según una encuesta del Semáforo Oncológico, el 55% de los pacientes tuvo que suspender o retrasar su tratamiento debido a dificultades para conseguir citas, y el 25% por falta de medicamentos.
Tres años de espera
El Semáforo Oncológico lanzó la encuesta nacional "El cáncer no espera 2024" para supervisar la ejecución de la Ley Nacional del Cáncer, que cumplió tres años de promulgada, pero aún no se aplica en su totalidad. Indyra Oropeza, vocera de la iniciativa expresó su indignación: “Es doloroso saber que más de la mitad de los pacientes retrasan su tratamiento por fallas del sistema de salud. Estos problemas pueden resolverse aplicando la Ley Nacional de Cáncer al 100%”.
Según Globocan 2022, el cáncer mata a casi 100 peruanos diariamente, con diagnósticos comunes de próstata, seno, estómago, colon y cuello uterino. Además, el 80% de los casos se detectan en estadios avanzados, según el Ministerio de Salud (Minsa).
Urge prevención y descentralización
Susana Wong, vocera de la iniciativa destacó la importancia de la prevención: “El 61% de los encuestados no se ha hecho ningún examen oncológico antes de conocer su diagnóstico. Esto no solo es responsabilidad del paciente, sino también un problema de gestión. Es casi imposible conseguir una cita a tiempo”.
Otro problema crítico es la descentralización. Según los datos, el 38% de los pacientes encuestados gasta más de 500 soles para atenderse, cuando su seguro debería cubrir estos gastos. Muchos pacientes de provincia deben trasladarse a Lima o a otras regiones por falta de especialidad y acceso, incurriendo en gastos adicionales de pasajes, alojamiento y medicamentos.
Pacientes gastarían S/6 mil al año
La falta de descentralización también genera costos elevados para los pacientes. Se estima que gastan más de 6 mil soles al año para recibir atención adecuada. Estos gastos incluyen traslados y alojamiento, además de la compra de medicamentos que deberían ser cubiertos por el seguro.
