Claudia Tassara, psicoterapeuta, desvela que la dificultad para superar una separación amorosa radica en cómo nuestro cerebro procesa el dolor y la pérdida.
Según la experta, muchas personas se aferran al dolor como último vínculo con lo que perdieron, lo que desencadena recuerdos y fantasías que activan la dopamina, actuando como un analgésico emocional temporal. Sin embargo, este mecanismo puede volverse adictivo, complicando la aceptación de la realidad de la ruptura.
CONEXIÓN EMOCIONAL
Desde una perspectiva neurológica, Tassara explica que las conexiones neuronales en el sistema límbico, fortalecidas por la oxitocina, crean una intensa conexión emocional que dificulta dejar ir a alguien tras una pérdida. Nuestro cerebro está diseñado para aferrarse a experiencias emocionales significativas, lo que explica la dificultad en el proceso de duelo.
Es esencial, según la neuroeducadora, comprender estas bases neurológicas y psicológicas para abordar eficazmente el duelo y permitir la curación emocional. Esto facilita el camino hacia la aceptación y la liberación emocional, evitando quedar atrapados en el pasado.
(Con información de Perú21 TV)