La configuración de alarmas es una práctica bastante común en la población; sobre todo para aquellos que deben despertarse en un horario específico para cumplir con sus actividades diarias; no obstante, expertos advierten que la programación de una cadena de alertas podría ser dañina para la calidad del sueño.
Juan es un estudiante que debe levantarse a las 6:00 a.m. para cumplir con sus actividades; sin embargo, teme quedarse dormido y no llegar a tiempo a sus clases, por lo que opta por programar una alarma a las 5:35 a.m., luego a las 5:45 a.m., y finalmente, dos alertas después de la hora pautada: 6:05 a.m. y 6:10 a.m. para asegurarse que no se dejará vencer por el sueño. Esta práctica no es recomendada por los profesionales de la salud.
RIESGOS
El neurólogo y especialista del sueño Brandon Peters expone que el presionar el botón de repetición de la alarma para dormir unos 9 minutos más puede reducir la calidad del sueño, principalmente durante la fase de movimientos oculares rápidos (REM). Como bien se sabe, esta etapa es fundamental para el procesamiento de la memoria y el pensamiento creativo. El dividir este momento podría comprometer dichas funciones cognitivas.
Los especialistas recomiendan solo configurar una alarma con el fin de que se mantenga el ciclo del sueño hasta el momento en el que la persona haya decidido despertarse.
RECOMENDACIONES
Alicia Roth, médica de Centro de Trastornos del Sueño, recomienda el uso de despertadores que utilizan luz o alarmas que insten al usuario a levantarse de la cama para apagarlas.
Adicionalmente, recomienda recibir entre 15 y 30 minutos de luz solar por la mañana para reajustar el reloj biológico.
Por otro lado, Peters ofreció algunos consejos para aquellos que se despiertan minutos antes de que suene la alarma. Para mejorar la calidad del sueño, recomienda no mirar la hora y sugiere intentar seguir durmiendo hasta que parezca que han pasado entre 15 y 20 minutos.
(Con información de Infobae)