Después de llegar a casa tras una larga y ardua jornada laboral, es probable que lo primero que se le venga a la mente sea comer algo antes de dormir, o simplemente tiene un antojo de medianoche, o es uno de esos fines de semana que se queda viendo películas mientras degusta de un bocadillo; sin embargo, investigaciones recientes han revelado que cenar tarde puede tener efectos negativos en la salud. Estudios revisados por el New York Times sugieren que comer menos de tres horas antes de acostarse puede empeorar los síntomas de acidez y aumentar las interrupciones del sueño.
Además, indagaciones como la realizada por el Hospital Brigham and Women's indican que ingerir 100 calorías o más en las dos horas previas al sueño puede aumentar el riesgo de sobrepeso y obesidad en un 80%. Otro estudio del European Journal of Nutrition encontró una relación entre comer después de las 21:00 y niveles más altos de hemoglobina glicosilada, asociada con un mayor riesgo de diabetes.
Si bien estas resultados no establecen relaciones causales definitivas, sugieren que comer a altas horas de la noche puede no ser beneficioso para la salud.
¿CUÁL ES LA HORA IDEAL PARA CENAR?
Los expertos recomiendan, en la medida de lo posible, ingerir las comidas más abundantes entre las 7:00 y las 19:00, y limitar la ingesta de alimentos altos en grasas o azúcares añadidos en la noche. Cabe resaltar, que siempre se debe acudir a un especialista para recibir recomendaciones personalizadas según las necesidades individuales.