El amor parece magia, pero está muy lejos de serlo. Cuando nos enamoramos el cuerpo secreta un cóctel de hormonas que contiene serotonina, feniletilamina, dopamina y oxitocina, la mayoría de estas sustancias químicas se producen en el cerebro.
Aunque estas sustancias no se pueden medir, se puede comprobar científicamente el efecto de esta mezcla de hormonas, por medio de tomografías que registran la actividad en determinadas áreas cerebrales.
FASES DEL ENAMORAMIENTO
1. Me enamoré. Los síntomas principales es una sensación de que el corazón galopa y hay como mariposas revoloteando el estómago. Estos fenómenos son producidos por la dopamina y la feniletilamina o la ‘hormona del enamoramiento’, la cual provoca la atracción erótica entre dos personas. Además, la dopamina hace que seamos más abiertos y receptivos.
2. Nos besamos. De acuerdo a estudios, besar es saludable, mejora el metabolismo y si una persona besa mucho es menos propenso a la hipertensión y las depresiones. Además, el intercambio de saliva es positivo para el sistema inmunitario, porque las enzimas antimicrobianas previenen las caries y la periodontitits.
A lo anterior se suma que besar combate las arrugas, debido a que se entrenan los 34 músculos faciales simultáneamente.
3. Junto a ti soy feliz. Los enamorados suelen idealizar al ser amado y todos los pensamientos giran en torno a esa persona. Esto se relaciona a la actividad neuronal en áreas del cerebro involucradas como en la motivación, la recompensa, las emociones y la excitación sexual, por poner algunos ejemplos.
4. Tu y yo. La oxitocina es otra hormona presente en las relaciones amorosas. Esta no solo fomenta la relación entre madres e hijos, sino entre enamorados. Produce confianza en el marco de las relaciones sociales, pero su punto negativo es que provoca que se marginen a otras personas.
5. Testosterona y estrógeno. En cuanto a la sexualidad, en esta influyen las clásicas hormonas del amor: testosterona y estrógeno. Cabe destacar que la actividad sexual genera gratos efectos colaterales para la salud, pues ayuda a quemar calorías. En el caso de los hombres, tienden a ser menos propensos al cáncer de próstata y las sustancias similares a los opiáceos liberadas por el cuerpo pueden incluso actuar como analgésicos.
Aunque este cóctel de hormonas es sumamente importante en el enamoramiento, para el investigador Helmut Schatz, de la Sociedad Alemana de Endocrinología, se requiere de más, pues la psique y el sistema nervioso juegan un papel principal.