Con el termómetro alcanzando niveles preocupantes, la Dra. Bianca Maria Prezepiorski, directora médica del Hospital Cardiológico Costantini en Curitiba, destaca los riesgos potenciales para la salud del corazón asociados con las altas temperaturas y ofrece consejos prácticos para mantenerlo a salvo.
Los días abrasadores, con temperaturas que superan los 30 grados, desencadenan la dilatación de los vasos sanguíneos, disminuyendo la presión arterial y elevando la carga sobre el corazón.
Este escenario aumenta la vulnerabilidad a eventos cardíacos como infartos, accidentes cerebrovasculares, arritmias e insuficiencia cardíaca. Además, el calor intensifica la transpiración, llevando a la deshidratación y aumentando la demanda del corazón.
¿CÓMO PROTEGER AL CORAZÓN?
Hidratación Inteligente: Combate la pérdida de líquidos debido a la transpiración bebiendo suficiente agua. Evita las bebidas con cafeína y alcohol, ya que contribuyen a la deshidratación.
Moderación en las Actividades: Disminuye las actividades físicas intensas durante las horas de mayor calor. Opta por ejercicios más ligeros en momentos más frescos del día.
Guardián Solar: Viste prendas ligeras y de tonalidades claras, y usa protector solar para reducir el estrés térmico en tu cuerpo.
Refugio Refrescante: Busca lugares climatizados o bien ventilados para evitar la exposición prolongada al calor extremo.
Autoconocimiento: Presta atención a señales de sobrecalentamiento como mareos, debilidad, náuseas y dificultad para respirar. Si persisten, busca asesoramiento médico.
