La detección temprana es la clave para que una persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) pueda desarrollar todo el potencial que tiene y así lograr objetivos como asistir al colegio, señaló la doctora Paola Pichilingue Torres, médico de rehabilitación del Servicio de Patología del Desarrollo del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del Seguro Social de Salud (Essalud).
“El autismo no es una discapacidad, ni una enfermedad; es un trastorno del neurodesarrollo que puede presentar algunos síntomas desde edades tempranas, antes de los 3 años, y generar dificultades en algunas áreas del desarrollo del niño, como en el área de comunicación y social. Por ello es importante que sea detectado a tiempo para que inicie con las terapias necesarias y así tenga mayores posibilidades de mejorar en las relaciones sociales y en el ámbito educativo”, sostuvo la especialista.
El hospital Almenara cuenta con profesionales altamente capacitados en la evaluación, diagnóstico y tratamiento. También se brinda terapias y talleres que ayudan a mejorar las habilidades y competencias de los pacientes.
TERAPIAS Y MÁS
El Servicio de Patología del Desarrollo brinda diversas terapias como la del lenguaje para desarrollar habilidades de comunicación y estimular el habla; terapia ocupacional para mejorar la atención, el juego y la estimulación sensorial, así también la terapia de aprendizaje la cual contribuye a mejorar las habilidades de lectoescritura, cálculo y pautas de estudio en los niños con este espectro.
Atención a los signos y síntomas
“Los padres deben observar los pequeños detalles que estén marcando la diferencia en sus niños para poder detectar a tiempo el autismo. Es importante observar cómo nuestros hijos se relacionan con nosotros, si ya comenzaron a decir sus primeras palabras, si ya señalan las cosas, si nos miran a los ojos, si nos sonríen o si nos siguen con la mirada, si interactúan con nosotros en todo momento. Prestar atención a estos detalles puede marcar la diferencia para la detección temprana”, señaló.
Si los niños son muy sensibles a algunos ruidos o sonidos fuertes como la licuadora, la aspiradora, si les incomoda algunas texturas como las etiquetas de la ropa, no le gusta ensuciarse las manos, no le gusta caminar sin zapatos; y si ante estas situaciones reaccionan de una manera diferente o extraña es necesario acudir a un pediatra y a los especialistas.
La doctora Pichilingue señaló otros signos de alarma para tomar en cuenta y descartar un cuadro de autismo como la relación del niño con otros menores, si se acerca o los busca, si realmente le interesa interactuar con ellos, si por ejemplo lo lleva al parque y él prefiere estar con usted o con los juguetes, sin prestar atención a los demás, sin importarle si son adultos o niños, si hace movimientos repetitivos con las manos como aleteos.
“Todos cumplimos un rol importante en la atención y el trato de las personas con autismo, la sociedad también tiene que trabajar en este tema pues en la medida que conozcamos más sobre esta condición podremos otorgarles los derechos que les corresponden”, exhortó.
