Hospital Rebagliati cuenta con moderno método de elastografía para evaluar enfermedades del hígado

Con el objetivo de brindar una mejor atención a los asegurados, el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins del Seguro Social de Salud (Essalud) cuenta con el moderno método de diagnóstico de elastografía por vibración controlada hepática con el equipo Fibroscan, un procedimiento no invasivo de alta precisión que permite evaluar enfermedades del hígado como la fibrosis y se ha convertido en una útil alternativa a la biopsia.

La prueba dura pocos minutos y se realiza por vibración controlada. “Consiste en valorar si hay un grado de daño o fibrosis en el hígado independiente de la causa que lo haya producido. Con este procedimiento no requerimos biopsia, salvo casos excepcionales, y genera grandes beneficios para la institución al no ser necesaria la hospitalización”, indicó el Dr. Javier Díaz Ferrer, jefe del Servicio de Hígado del hospital Rebagliati.

¿CÓMO ES EL PROCEDIMIENTO CON EL EQUIPO FIBROSCAN?

El procedimiento es sencillo y no ocasiona dolor durante la exploración. El paciente se echa en una camilla con el brazo derecho levantado y colocado detrás de la nuca. Las mediciones se realizan con un transductor o sonda, a la cual se le pone un gel en la superficie, este se coloca por los músculos, entre las costillas que están por encima del lóbulo derecho del hígado.

El daño del hígado se valora de acuerdo al grado de fibrosis. Un hígado sano no lo tiene y un hígado con cirrosis, por ejemplo, tiene una fibrosis grado 4. El Fibroscan indica si existe daño y en qué grado. 

Con el resultado obtenido, el especialista puede evaluar y monitorear el progreso de la enfermedad y definir el mejor tratamiento para el paciente. “Realizamos este procedimiento tres veces por semana, llegando a atender a más de mil pacientes al año”, agregó Díaz Ferrer.

DIAGNÓSTICO OPORTUNO Y PREVENCIÓN

Todos los pacientes que tengan alguna enfermedad hepática crónica, sin excepción, pueden ser evaluados por medio de la elastografía para identificar si hay algún daño sobre su hígado e ir monitoreándolos en el futuro. Las enfermedades más frecuentes que necesitan monitoreo son hígado graso, hepatitis B, hepatitis C, hepatitis crónica, sospecha de cirrosis y enfermedades inmunológicas.

Asimismo, aquellos pacientes con patologías o hábitos de riesgo relacionados a diabetes, obesidad, alcoholismo, hepatitis crónica, entre otros, deben hacerse un chequeo de la función hepática y del grado de fibrosis, una o dos veces al año dependiendo de la indicación médica. Esto aplica para niños, adultos y adultos mayores.