Salud

Hace un año

Sepa qué hacer y cómo actuar ante posibles accidentes dentro de los centros educativos

Ante un golpe en la cabeza del escolar, sobre todo que incluya pérdida de la conciencia o sangrado, debe ser llevado por emergencia a un hospital.




El colegio es el espacio donde los niños y adolescentes pasan la mayor parte de su día y los accidentes dentro de él son inevitables. Los raspones, balonazos en la cabeza y sangrado de nariz, esguinces, luxaciones, asfixias, fracturas o caídas son comunes, convirtiéndose en un serio y peligroso problema si es que no se sabe actuar correctamente.

En medio del inicio del año escolar, el Seguro Social de Salud (Essalud) brinda recomendaciones sobre qué hacer y cómo actuar ante una posible situación de emergencia que pueda ocurrir en los centros educativos a nivel nacional.

“Los escolares siempre deben estar vigilados por personal previamente capacitado. Aunque muchas veces esto no evita los accidentes, sí puede asegurar una respuesta oportuna y eficaz que ponga a salvo la vida y bienestar de los niños y adolescentes dentro del aula o patio de juegos”, comentó la Dra. Vanessa Vargas, médico instructora de la Escuela de Emergencia de Essalud.

Los golpes en la cabeza tras caer de la carpeta o contra esta son comunes dentro de las aulas; pero cuando el niño o niña presenta pérdida de la conciencia o sangrado debe ser atendido seguidamente por un médico especialista ya que se debe realizar una prueba de imágenes, radiografías y tomografías para poder determinar la lesión o hemorragia.

“Lo primero es que debemos detener el sangrado comprimiendo con una gasa o un apósito sobre la herida y una venda elástica alrededor. Solo así podemos movilizar al escolar y llevarlo a un centro de salud para que puedan suturar la herida, lo más pronto posible. Debemos observar, desde que sucedió el accidente hasta que se transporte al niño al hospital, si éste presenta vómitos explosivos, somnolencia o mareos porque esos son signos de que se haya ocasionado una posible lesión neurológica; además, de la herida sangrante”, explicó la especialista.

Otro de los escenarios frecuentes es el atragantamiento, sea por algún alimento o juguete pequeño como las canicas o cuentas. Ellos comen caramelo, pasas, gomitas, pero lo hacen al mismo tiempo en que juegan. Por ejemplo, suben al tobogán con el caramelo en la boca o en el aula les llama mucho la atención la cuentas o canicas, las llevan a la boca y terminan atorándose.

Ante la incapacidad para respirar debido a una obstrucción de alguna consistencia en la garganta, es necesario que toda persona tenga presente el signo universal de atragantamiento. Consiste en llevarse las manos al cuello o una mano al cuello y la otra levantarla indicando la necesidad de ayuda; además, de ver labios morados y ansiedad en la persona.

“Un accidente rápido y simple puede tener consecuencias vitales. Ocurrido esto debemos realizar la maniobra de Heimlich, colocamos un puño sobre el otro, entre el ombligo y el esternón, y lo comprimimos de abajo hacia arriba y de afuera hacia adentro para eliminar el cuerpo extraño que el niño ha ingerido. No se le debe dar ni alimentos, ni agua”, explicó la Dra. Vargas.

Frente a una torcedura de tobillo o esguinces hay que inmovilizar la extremidad del escolar ya que, si no se realiza esta acción, el dolor persistirá y podrían lesionarse otras partes. Lo lograremos colocando vendas elásticas y hielo para liberar el dolor y llevarlo a un hospital.


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