El verano es una de las épocas más esperadas por los peruanos, pues miles de bañistas aprovechan para acudir a playas y piscinas. Sin embargo, si no se tienen los cuidados necesarios, los virus y bacterias que se encuentran en el agua podrían llegar a afectar diversos órganos, incluidos los ojos.
“Los microorganismos pueden producir infecciones como la conjuntivitis o la queratitis. Además, la película lagrimal, una fina capa que se encarga de humectar el ojo, se irrita por la sal del mar y los químicos (cloro y desinfectantes) de las piscinas, por lo que se puede producir enrojecimiento del ojo, lagrimeo y ardor”, señala el Dr. Juan Carlos Corbera, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
RECOMENDACIONES
El médico oftalmólogo brinda cinco tips a considerar si se nada en playas o piscinas:
1- No ingresar al agua con lentes de contacto: Las lentillas suelen ser de un material hidrofílico, es decir, absorben el agua rápidamente. Esto facilita que los virus y bacterias de las piscinas ingresen al ojo, como la Acanthamoeba.
“Este microorganismo puede originar infecciones, úlceras corneales, perforaciones oculares y pérdida de visión. Además, el malestar por esta bacteria puede agravarse en tan solo cinco o siete días”, añade el Dr. Corbera.
2- Usar lentes de protección acuáticos: Si bien se pueden abrir los ojos en el agua, esto no es lo más recomendable, pues se irrita la superficie ocular. Lo sugerible es usar lentes de buceo o natación, según la actividad que se vaya a realizar.
3- Asearse el rostro tras salir del agua: Después de salir del mar o piscina, es esencial enjuagar el rostro con agua potable para eliminar los restos químicos o de agua salada.
4- No compartir artículos personales: En verano, es común el aumento de casos de conjuntivitis y queratitis, tanto por los productos químicos de las piscinas como por los virus que se encuentran en playas, piscinas y artículos de aseo personales. Si se comparten toallas, se disemina la probabilidad de infección.
5- Usar gotas lubricantes: El contacto prolongado con el cloro puede provocar ojo seco. Por eso, es clave una buena hidratación, considerando beber seis vasos de agua al día y usar gotas lubricantes al salir de playas y piscinas, ya que eso alivia y elimina cualquier residuo químico o bacteriano que pudo haberse alojado en del ojo.
Asimismo, el experto destaca que, si se presentan molestias como ojo rojo, sensibilidad a la luz o dolor, será importante acudir a una consulta oftalmológica.