A pesar del aumento significativo de las tasas de pruebas del VIH en las últimas décadas, 1 de cada 5 personas no conoce su estado serológico. Esto contribuye a que continúe el ciclo de nuevas infecciones. Sin embargo, hoy tenemos la oportunidad de repensar el enfoque hacia las pruebas de VIH para aumentar y facilitar el acceso, con nuevos métodos, como las autopruebas.
Las autopruebas permiten a las personas acceder a su información de salud de manera rápida y precisa, en el momento y lugar en que lo necesiten, sin discriminación ni estigma. Es así que Abbott, líder mundial en el cuidado de la salud, recientemente lanzó dos autopruebas de VIH para mercados internacionales llamadas CheckNOW y Panbio.
Al respecto, el Dr. Oscar Guerra, Director Médico en Abbott explicó que “la compañía desarrolla pruebas que detectan, monitorean y rastrean el VIH. Nos hemos comprometido a hacer que el acceso y la asequibilidad sean fundamentales, razón por la cual recientemente se lanzaron dos autopruebas de VIH para mercados internacionales llamadas CheckNOW y Panbio. Juntas son parte de la promesa que Abbott tiene de mejorar la vida de una de cada tres personas en el mundo para 2030, haciendo que las tecnologías sean más fáciles de encontrar y usar”.
Los autotests del VIH aumentan la autonomía del paciente, combaten el estigma y pueden ayudar a incrementar la detección general del VIH. Un estudio de 2017 realizado con participantes de 16 a 25 años en Malawi y Zimbabue encontró que la autoprueba del VIH era muy aceptada entre los jóvenes.
En este caso, la autoevaluación del VIH abordó las barreras específicas de los jóvenes para las pruebas estándar y se consideró conveniente la distribución en el hogar. La autonomía, el control y el respeto, así como la confidencialidad también surgieron como consideraciones importantes para los participantes que la autoevaluación del VIH ayudó a abordar.
Décadas de innovación, experiencia y una mayor comprensión de la prevención y el tratamiento del VIH ahora permiten ver el fin de esta epidemia como un objetivo de salud pública realista.
