“Tetanalgesia”: conozca la novedosa técnica y sus beneficios para bebés lactantes

Nada como el pecho de mamá para calmar a un bebé. Los especialistas del Servicio de Neonatología del Hospital Nacional Edgardo Rebagliati de EsSalud aplican la natural práctica del amamantamiento como una terapia contra el dolor llamada “tetanalgesia”, una técnica recomendada para proporcionar sensación de bienestar al lactante durante la vacunación u otro procedimiento que pueda causarle angustia o dolor. 

La licenciada Vanessa Naupari, enfermera jefa del Servicio de Neonatología del 5A, destacó que la lactancia materna no solo es la principal forma de alimentación sostenida y segura para el desarrollo y crecimiento de un bebé, sino que además mitiga el impacto del dolor por la sensación de bienestar que le produce lactar.

"Minutos antes de recibir la inmunización o practicarle el procedimiento, se le indica a la mamá que lo amamante. El contacto piel a piel con mamá, sumado la liberación de endorfinas por un producto que contiene la leche materna, producen una sensación de bienestar que mitiga el dolor”, explicó la especialista de EsSalud. 

TÉCNICAS CORRECTAS DE LACTANCIA

En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se lleva a cabo del 1 al 7 de agosto, las enfermeras del Hospital Edgardo Rebagliati recuerdan también la importancia de aplicar una correcta técnica de amamantamiento para una buena nutrición de los pequeños.
La lactancia materna promueve el vínculo entre madre e hijo, brindando seguridad alimentaria a los bebés desde el comienzo de la vida.

“La lactancia estimula su desarrollo emocional y motriz, su coeficiente intelectual, su desarrollo visual, auditivo y comunicativo, además de aportar nutrientes y anticuerpos que ayudan al bebé a crecer y desarrollarse sano, fuerte e inteligente, así como protegerlo de la anemia infantil y otras afecciones y enfermedades”, resaltó Naupari.  

Recordó que estos beneficios no tendrán efecto si el amamantamiento no es el correcto, por ello, indicó tener en cuenta la posición, tanto de la madre como del recién nacido, porque de eso depende el éxito de la lactancia materna.

Recomendó a las madres sentirse cómodas, relajadas, con la espalda apoyada y usando un cojín sobre su falda para apoyar la cabeza del bebé. Advirtió no olvidar el lavado de manos, mantener las uñas cortas y despojarse de joyas, sortijas o aros, que puedan lastimar al neonato.

Sobre el agarre, señaló que el mentón del bebé debe tocar el pecho, la boca bien abierta que alcance gran parte de la areola, los labios hacia fuera (evertidos) y las mejillas redondas (no hundidas) cuando succiona. Si el niño se coge bien al pecho, la lactancia no será dolorosa para la mamá. 

La lactancia materna exclusiva es recomendable hasta los seis primeros meses, luego el bebé puede ser alimentado con papillas y leche materna. No es recomendable suministrar agua a los bebés después de lactar, por cuanto la leche materna está compuesta de agua en un 90%.