El acné es una enfermedad crónica que afecta mayormente a jóvenes y adolescentes, la cual predomina en situaciones de mucho estrés. El doctor Juan Umeres Álvaro, dermatólogo del Hospital III Angamos – Suárez de la Red Prestacional Rebagliati de EsSalud menciona que el acné es causado por factores hereditarios y se caracteriza por erupciones superficiales, comedones o espinillas, granitos con pus en el rostro, pero también puede aparecer en el pecho o espalda.
Tiene una prevalencia en jóvenes entre los 12 y 24 años, y podría permanecer después de los 30 años, si no se lleva un tratamiento oportuno.
Una complicación del acné es el escoriado, esto se da al rascarse e irritar la lesión, por eso no hay que tocarlas, hay que hacer correctamente el tratamiento. “Para no cometer errores en el tratamiento es importante identificar algunos mitos y verdades que muchas veces consideramos sin seguir las indicaciones del especialista, agravando más el cuadro”, precisó el especialista.
MITOS DEL ACNÉ
Uno de los mitos es pensar que lavarse frecuentemente la cara ayudará a tener menos acné, cuando en realidad el exceso en el lavado del rostro puede generar sequedad e irritación, ocasionando más brotes de barritos.
Otra de las creencias y malas prácticas que realizamos es que cuando extraemos un granito pensamos que desaparecerá; esto es falso, pues solo se borrará de manera temporal. Además, al apretarlo se transportan profundamente las bacterias en la piel, ocasionando hinchazón e irritación, y en otros casos puede formar cicatrices rojas o marrones.
“Es un mito que la comida chatarra cause acné, pues no existe evidencia médica de ello. Sin embargo, cada persona tiene un tipo de piel diferente y podrían tener sensibilidad a ciertos alimentos; además algunos estudios indican que una dieta rica en azúcares refinados y con alto índice glucémico podría tener conexión con el acné”, explicó el galeno.
RECOMENDACIONES
Para reducir el acné es importante que los adolescentes limpien suavemente la piel dos veces al día, asimismo evitar el uso de productos ásperos, porque podrían resecar la piel y dañar y agravar la zona afectada. Los adolescentes con otras afecciones de la piel, como eccema o psoriasis, deben consultar a su médico antes de usar medicamentos para esta enfermedad.
Además, se recomienda el uso de cosméticos que especifiquen ser “no comedogénicos”, es decir, que no produzcan acné. Sobre todo, en adolescentes que tienen la piel con tendencia a estos brotes.
En cuanto a la alimentación, es importante consumir menos grasas y más alimentos ricos en antioxidantes.
De esta manera, EsSalud recuerda a los adolescentes que existen tratamientos y productos eficaces para el tratamiento del acné, así sea leve o moderado. Lo importante es obtener asesoramiento profesional, seguir el tratamiento prescrito y no automedicarse.