La alteración del sentido del olfato es un síntoma frecuente en los pacientes COVID-19. Al inicio de la pandemia, los trastornos más conocidos eran la hiposmia que se caracteriza por la reducción de la sensación olfativa y la anosmia o nula de percepción de olores. Sin embargo, la Parosmia (confusión de olores, distorsión olfativa) y la Fantosmia (invención de aromas) podrían ser las nuevas secuelas de la enfermedad.
Según el especialista de Salud, Omar Gonzáles, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del hospital Almenara, explicó que el virus SARS-CoV-2 se aloja en el epitelio respiratorio, lo cual llega a afectar el neuroepitelio olfatorio y provoca que los pacientes no sientan, confunda o alucinen olores.
Es por ello que, los especialistas en otorrinolaringología realizan una serie de estudios que implica el uso de esencias como café, limón, rosas, maní, menta, fresas y manzanas. El proceso complementa los análisis y ayuda a confirmar un diagnóstico certero de coronavirus.