Diciembre quedó atrás y el primero de enero es una buena fecha para iniciar el nuevo año con una alimentación ligera y libre de excesos, especialmente a la hora del desayuno.
Especialistas de la salud afirman que esta primera comida del día no debe saltarse para evitar que el cuerpo se ralentice y este funcione de manera eficiente.
Un desayuno completo debe contener lácteos, cereales y fruta. A continuación te brindamos algunas alternativas:
1. Primera opción: una tostada integral con queso fresco, una taza de frutas picadas y un adicional que puede ser miel o alguna mermelada bajo en azúcar.
2. Segunda opción: avena mezclada con leche, trozos de plátano y espolvoreada con canela en polvo es otra buena alternativa.
3. Tercera opción: zumo de naranja con una tostada integral con palta y hojas de espinada cruda, un yogur descremado o una vaso de leche descremado.
4. Cuarta opción: un plátano mezclado con harina, dos huevos y canela para hacer panqueques también es algo práctico y nutritivo.
Sin embargo los desayunos ligeros también puede variar agregándoles proteínas como pavo, atún, jamón y/o semillas.
(Fuente: Alimmenta)